En Úmbita, Boyacá, un ejemplar se ha convertido en símbolo de genética y tradición ganadera. Caramelo del Bosque, un toro Normando de 36 meses y cerca de 1.200 kg, criado en la finca El Manzano por Octavio Parra, es hoy referente de la raza en Colombia.
Su nombre combina el color de su pelaje con la vereda de su origen. Detrás hay más de dos décadas de trabajo genético que Parra ha impulsado con dedicación y que hoy cosecha resultados.
Trayectoria destacada y expansión genética
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Ha vendido más de 700 pajillas de semen en todo el país.
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Ganó premios en exposiciones de Úmbita, Turmequé, Tibaná, Sesquilé y otras localidades.
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Sus crías heredan rasgos clave: alta producción lechera, buenas ubres y fortaleza estructural, cualidades muy apreciadas en el ganado de doble propósito.
Producción y manejo
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Se alimenta de pasto kikuyo y trébol, complementado con concentrado.
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Se cría a 2.600 metros sobre el nivel del mar en un hato libre de garrapatas, brucelosis y tuberculosis.
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La finca El Manzano funciona también como centro genético, con servicios que abarcan bovinos y porcinos, garantizando calidad y adaptación local.
Para Parra, Caramelo no solo es un animal, sino un símbolo del progreso de la ganadería. “La gente se emociona al verlo, no solo por su tamaño, sino por la calidad genética que representa”, afirma.
Fuente: CONtexto Ganadero