Durante la World Dairy Summit 2025 realizada en Chile, el presidente de Cooprinsem, Arturo Gebauer Bittner, lanzó una advertencia potente para la industria lechera: “Al mundo le va a faltar un 70 % de la proteína para 2050”.
Gebauer subrayó que este escenario sitúa a los productos lácteos en un rol de actores estratégicos dentro de la seguridad alimentaria global. Dijo que el consumo de proteína de origen animal —y particularmente derivados lácteos— está siendo “revalorizado”, y resaltó la necesidad de que los productores y la cadena trabajen para que los consumidores comprendan “que consumen un producto de excelente calidad”.
¿Por qué el déficit proyectado tiene repercusión para el sector lácteo?
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Demanda creciente de proteína: El crecimiento demográfico, la urbanización y los cambios en los hábitos alimentarios aumentan la presión sobre la producción global de alimentos de alto valor nutricional.
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Lácteos como solución eficiente: En ese contexto, la leche y sus derivados tienen la ventaja de poder convertir materia prima en proteína de calidad con relativa rapidez, lo que los posiciona como una alternativa clave.
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Oportunidades de valor agregado: No se trata solo de producir litros de leche, sino de generar productos lácteos con contenido proteico, funcionalidad y posicionamiento premium que permitan capturar mejor esta demanda futura.
Importancia de la confianza y la calidad: Como advirtió Gebauer, la industria debe transmitir al consumidor que lo que consume es “excelente calidad” y reforzar la trazabilidad, inocuidad y el manejo de la cadena láctea.
Implicancias para la industria regional
Para la lechería de América Latina, esta proyección tiene varias implicancias importantes:
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Es oportunidad: el déficit global hace que los mercados externos o los nichos de proteína láctea puedan abrirse más fácilmente si el sector está preparado.
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Es desafío: implica modernización, mejora de génetica, nutrición, eficiencia y logística para poder estar al nivel de la demanda y garantizar competitividad.
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Es llamado estratégico: los productores, cooperativas y la industria transformadora deben planificar para participar de ese futuro, no solo en volumen, sino en calidad, marca y valor añadido.
En definitiva, el mensaje de “falta de 70 % de proteína para 2050” no debe leerse solo como alerta, sino como una señal de estrategia para que el sector lácteo se posicione con anticipación.
Fuente: País Lobo — “«Al mundo le va a faltar un 70 % de la proteína» para 2050” Pais Lobo