La negociación colectiva lleva siete meses paralizada y ambas partes se acusan de romper la paz laboral
El diálogo entre la Cámara de la Industria Láctea del Uruguay (CILU) y la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) atraviesa uno de sus momentos más críticos.
Ambas partes intercambiaron comunicados públicos en las últimas horas, acusándose mutuamente de impedir el avance hacia un nuevo convenio colectivo, que debía comenzar a negociarse en abril de 2025.
La versión sindical: “La CILU evade los Consejos de Salarios”
La FTIL afirmó que la cámara empresarial “volvió a evadir su comparecencia ante una nueva instancia de los Consejos de Salarios”, calificando la situación como “un nuevo desplante” hacia los trabajadores.
El gremio sostuvo que no ha tomado medidas de fuerza generales, y que el conflicto se reduce a la suspensión por tres días de un trabajador por romper el tambor de un locker.
“Pretender sancionar de esa forma un hecho menor es ridículo e inaceptable. Es un pretexto para justificar la ausencia de la CILU en las negociaciones”, señaló el sindicato, que acusó a las industrias de “intentar dilatar el proceso y desconocer al Ministerio de Trabajo”.
La postura empresarial: “No hay condiciones de paz para negociar”
Por su parte, la CILU respondió que ha realizado “esfuerzos significativos para habilitar el ámbito de negociación”, pero que las medidas sindicales reiteradas impiden avanzar.
“La negociación debe darse en un clima de paz laboral y sin presiones”, afirmó la cámara, que recordó que han transcurrido siete meses desde la fecha prevista para iniciar el diálogo, sin que se haya logrado instalar el Consejo de Salarios.
La organización empresarial advirtió además que las medidas gremiales “afectan la competitividad del sector” y generan perjuicios a “toda la cadena láctea: empresas, productores, distribuidores, consumidores y trabajadores”.
Posibles medidas sindicales
La FTIL adelantó que el próximo lunes 3 de noviembre su mesa de dirección analizará la posibilidad de convocar a una asamblea general, en la que podrían definirse nuevas acciones sindicales ante la falta de avances.
Un sector clave bajo presión
El conflicto se da en un contexto de tensión económica y alta sensibilidad productiva en la industria láctea uruguaya, donde la competitividad y los costos laborales son temas recurrentes de debate.
Tanto empresarios como trabajadores coinciden en la necesidad de un nuevo convenio, pero difieren en los tiempos y condiciones para alcanzarlo.

Fuente: El Observador






