La producción lechera de Bolivia enfrenta una crisis profunda: según los productores, el sector ha experimentado un decrecimiento del 30 % en los últimos años. Las causas apuntan a factores estructurales como la escasez de diésel, la falta de divisas, el alza en los costos de insumos y una creciente informalidad en el mercado.
Uno de los elementos críticos es el rol del Fondo Proleche, creado en 2011 mediante la Ley 204, el cual estableció una banda regulatoria de precios para la leche cruda y otros productos lácteos. Los representantes de la industria y los productores aseguran que esta regulación frenó el impulso del sector, que hasta entonces crecía a un ritmo promedio del 4,3 % anual desde 1990.
Frente a esta situación, varias asociaciones de productores de departamentos clave como Beni, Tarija, Cochabamba y Santa Cruz —y 12 entidades lecheras— decidieron crear la Confederación Boliviana de Productores de Leche (Coboprole) el pasado 29 de octubre, con el objetivo de articular un frente unificado para reclamar una mejora en la estructura de precios, abastecimiento de combustibles y políticas de competitividad del sector.
Para la industria, la caída representa no solo una pérdida en volumen de leche cruda acopiada, sino una amenaza para la viabilidad de tambos y granjas lecheras, que ya reportan cierres y migración hacia otras actividades agrícolas más rentables. La reducción de producción impacta también en la seguridad alimentaria y en la capacidad de la industria para mantener su oferta interna.
📚 Fuente: El Potosí – “El sector lechero reporta un decrecimiento del 30%”






