La producción mundial de leche de vaca vive en 2025 un crecimiento acelerado que supera ampliamente la demanda global. El fenómeno, que toma fuerza en Europa, el Reino Unido y Estados Unidos, ya genera un escenario de sobreoferta, caída de precios y preocupación de cara a 2026.
Reino Unido: +6% y márgenes excepcionales
El Reino Unido marca uno de los aumentos más contundentes: +6% interanual en su producción. La combinación de precios altos, costos de alimento más bajos y buenos márgenes impulsó a los productores a ampliar rodeos y extender la lactancia.
Según StoneX, este crecimiento se integra a un exceso mundial de oferta que ejerce presión bajista sobre los precios.
Europa se recupera tras la lengua azul
La Unión Europea —que representa casi la mitad de la producción de los grandes exportadores— experimenta un repunte tras la fuerte caída de 2024 por el brote de lengua azul.
En septiembre, Eurostat reportó un crecimiento del 6% interanual, liderado por:
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Alemania: +120 millones de litros (+4,9%)
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Francia: +104 millones (+5,9%)
Países Bajos: +71 millones (+6,9%)
Polonia: +47 millones
La recuperación se explica por el retorno de los partos y por mejores márgenes económicos, aunque la llegada del invierno podría frenar el ritmo.
Estados Unidos: récord industrial y expansión ganadera
Como tercer epicentro del crecimiento, EE.UU. invirtió fuertemente en capacidad industrial.
Rabobank estima que entre 2023 y 2024 se instalaron 15 plantas nuevas para queso y suero, sumando 410.000 toneladas anuales.
En paralelo, el rodeo nacional creció en 200.000 vacas en 18 meses, el mayor aumento en 25 años.
En agosto, la producción subió 3,2% interanual, según Eucolait.
Sin embargo, el exceso de oferta está generando productos estadounidenses más baratos que los europeos, con impacto directo en márgenes.
Un mercado saturado hasta 2026
Los tres grandes bloques productivos hoy comparten un diagnóstico:
la oferta global supera a la demanda, los inventarios crecen y los precios se debilitan.
Incluso si la producción se estabiliza, la recuperación de precios sería lenta, extendiéndose hasta mediados o fines de 2026, debido al gran volumen almacenado.
Riesgos sanitarios y climáticos
Si bien la lengua azul y la gripe aviar muestran menor incidencia, aparecen nuevas amenazas:
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Dermatosis nodular contagiosa
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Fiebre aftosa en Europa
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Riesgo de ingreso del gusano barrenador del Nuevo Mundo al Reino Unido
A esto se suman fenómenos climáticos extremos que afectan costos de alimentación y salud animal.
¿Puede ayudar la baja de precios?
Una caída prolongada podría estimular el consumo minorista, especialmente en productos como manteca o queso, que en los últimos años habían sido reemplazados por grasas vegetales más económicas.
Perspectiva
Hasta 2026, el mercado vivirá un ajuste estructural, con menor rentabilidad, posibles cierres y consolidación empresarial.
Los países exportadores deberán equilibrar producción, evitar distorsiones y apostar por valor agregado:
quesos diferenciados, yogures premium y proteínas lácteas.
Fuente: Agronews Castilla y León






