Las gremiales del sector lechero uruguayo plantearon al gobierno que una parte del gravamen que pagan por exportaciones al LATU debería transferirse al INALE, el instituto clave para el desarrollo del rubro.
Según representantes de la Agremiación de Tamberos de Canelones (ATC), los productores aportan cerca de US$ 2 millones al año al LATU mediante un 2,5 ‰ sobre las exportaciones. Su argumento es que esos recursos deben usarse para fortalecer la innovación, el asesoramiento técnico y la investigación que realiza el INALE.
El desafío, sin embargo, viene de decisiones ajenas al sector: el Ministerio de Economía habría rechazado inicialmente la propuesta de redirección de fondos. El pronóstico es que el debate se resolverá en la Comisión de Presupuesto del Senado uruguayo, donde se considera “muy razonable” que los recursos del sector vayan al instituto que lo representa.
Para la industria láctea del Uruguay —y por extensión la cadena regional— esta discusión refleja un punto clave: la financiación institucional del organismo regulador y de desarrollo del sector. Sin recursos adecuados, INALE podría enfrentar dificultades para cumplir su rol de soporte técnico, lo que afecta desde tambos hasta plantas procesadoras.
Fuente: Tardáguila Agromercados






