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25 Nov 2025
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El CEO de Los Lazos advierte por consumo en caída, precios globales bajos e informalidad que supera el 35%.
Precio recibido por la industria láctea subió 12% en junio

La industria láctea advierte un derrumbe del consumo y pide reformas para evitar una crisis mayor

En el Congreso de Agronegocios realizado en la Bolsa de Comercio de Rosario, el empresario Federico Boglione, CEO del Grupo Los Lazos, advirtió que la industria láctea argentina atraviesa un deterioro simultáneo en los mercados interno y externo, situación que compromete la competitividad de toda la cadena.

Boglione —cuya compañía opera en ganadería, agricultura, producción de leche, alimentos balanceados e industrialización a través de La Sibila— expuso un diagnóstico contundente: precios internacionales en caída, consumo interno deprimido e informalidad por encima del 35%. Según remarcó, sin reformas profundas el sector continuará perdiendo margen y capacidad de inversión.

Desplome global: precios internacionales en su nivel más bajo

Uno de los ejes de su presentación fue el retroceso del mercado global de leche en polvo.
Viene para abajo continuamente. Ya está en 3400/3500 dólares la tonelada cuando hace unos meses valía 4200”, señaló Boglione, haciendo hincapié en el impacto directo que esto genera en La Sibila, la planta del grupo enfocada en exportaciones.

La baja en la demanda de productos lácteos de mayor valor agregado —como fórmulas infantiles y especialidades— presiona los márgenes y obliga a la industria a ajustar costos en un escenario donde otros países operan con cargas fiscales menores y logísticas más eficientes.

A este panorama se suma otro factor que altera el mercado regional:
Brasil está con saldo exportable por primera vez. No solo que no compra, sino que ensucia el mercado internacional”, alertó. El aumento de su capacidad de producción y secado reduce su necesidad de importar y agrega competencia en terceros mercados donde Argentina tenía presencia consolidada.

Consumo interno en retroceso: productos que se vuelven inaccesibles

A nivel local, Boglione describió un escenario igual de complejo. El consumidor argentino está desplazándose hacia productos de menor valor agregado, afectando a industrias que dependen de líneas premium para sostener sus cuentas.

“El consumo de yogures, postres y otros lácteos ha caído sustancialmente”, indicó. Pero la caída más marcada se registra en la categoría quesos, especialmente los duros.
Los quesos duros se han vuelto un lujo cuando antes eran algo normal”, dijo. Muchos de estos productos ya superan en precio al kilo de carne vacuna.

El empresario sostuvo que el encarecimiento se vincula a costos logísticos, laborales y fiscales, además del alto nivel de informalidad, estimado entre 35% y 40% del sector. Esta desregulación genera competencia desleal y encarece la producción formal.

Productores sin mejoras pese al mayor volumen entregado

Aunque la producción nacional de leche aumentó cerca de un 10% en el último año, esa mejora no se traduce en ingresos para los tambos. El precio pagado al productor se mantiene en torno a $475 por litro, lo que representa una mejora nominal de apenas 10% anual, pero una caída en dólares de 45 a 32 centavos.

Esta combinación —costos crecientes, precios estancados y demanda débil— deteriora la rentabilidad y lleva a muchos tambos a reducir su escala o abandonar la actividad, lo que también afecta a la industria, que trabaja con una materia prima más cara en términos relativos y con menos margen para trasladar aumentos.

Reformas urgentes: el reclamo a la política

Boglione dedicó parte importante de su intervención a pedir reformas laborales, fiscales y judiciales.
El Gobierno está apuntando a hacer tres o cuatro cambios grandes. Si realmente salen, pueden generar un cambio. Si no, el futuro va a ser complicado”, afirmó.

Para ilustrar su preocupación, relató un conflicto judicial ocurrido en su empresa: tres empleados fueron descubiertos robando, pero aun con pruebas presentadas, “la Justicia falló en contra de la empresa”. A su juicio, estas situaciones desalientan la formalización y encarecen la actividad.

Un sector en tensión y un llamado a revisar el modelo

Según Boglione, la crisis del consumo, la caída internacional de precios, la presión fiscal y la informalidad conforman un panorama que exige decisiones estructurales. Mientras tanto:

  • los consumidores migran a productos más baratos,

  • las industrias ajustan costos y planteles,

  • y los productores buscan sostener su escala con márgenes mínimos.

Para el empresario, sin un plan integral que aborde informalidad, carga impositiva y legislación laboral, la lechería argentina perderá aún más competitividad tanto en el mercado interno como en el externo.

Fuente: Agroempresario

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