En Valledupar, tres reconocidas marcas de leche en polvo comenzarán a fabricarse con energía solar a partir de la puesta en marcha de una minigranja fotovoltaica impulsada por la alianza entre Nestlé DPA (Dairy Partners Americas Manufacturing de Colombia Ltda) y la startup colombiana Unergy. El proyecto permitirá que Klim®, El Rodeo® y Svelty® se produzcan con energía renovable en la planta que la compañía posee en el departamento del Cesar.
La nueva infraestructura solar reemplazará el consumo energético diurno de la fábrica mediante la generación local de electricidad limpia. El sistema tendrá capacidad para producir alrededor de 3.500 MWh al año, un volumen equivalente al consumo de más de 2.600 hogares colombianos o la recarga de cerca de 1.500 vehículos eléctricos durante un año completo. Como resultado, se evitará la emisión de aproximadamente 2.450 toneladas de dióxido de carbono por año.
La iniciativa demandó una inversión superior a los $6.000 millones y se enmarca en los desafíos que enfrenta el país en materia de confiabilidad energética, costos y transición hacia fuentes limpias, un escenario que durante 2025 se volvió más exigente para buena parte del sector empresarial.
De acuerdo con la empresa, cada vez más compañías colombianas avanzan en la incorporación de energías renovables dentro de sus procesos productivos, impulsadas por la necesidad de reducir el impacto ambiental y responder a nuevas dinámicas de consumo consciente. En este caso, la energía generada por la minigranja abastecerá directamente la producción láctea, marcando un hito dentro de la industria del país.
El proyecto se desarrolla además en un contexto energético tensionado, caracterizado por picos en los precios de la electricidad, riesgos crecientes de restricciones durante periodos de estrés hídrico y mayores exigencias regulatorias para adoptar energías limpias. En paralelo, el Ministerio de Minas y Energía informó que las Fuentes No Convencionales de Energía Renovable ya representan el 13,87 % de la generación eléctrica nacional.
La minigranja incorpora una tecnología de seguimiento solar que permite a los paneles acompañar el recorrido del sol, similar al movimiento de los girasoles. Este sistema incrementa en un 12 % la eficiencia de generación energética respecto de instalaciones de estructura fija.
Con esta incorporación, la planta de Nestlé podrá sustituir su consumo diurno por una fuente limpia, fortaleciendo además sus compromisos ambientales y de descarbonización, y aportando una ventaja competitiva dentro del sector productivo.
La puesta en marcha de este proyecto también refuerza el rol del departamento del Cesar como uno de los principales polos de generación solar a gran escala en Colombia. En 2024, la región se ubicó entre las tres con mayor capacidad renovable instalada, con 298 MW, junto a Atlántico (520 MW) y Córdoba (193 MW). Entre los tres departamentos concentraron el 54 % de la nueva capacidad de generación renovable incorporada a la matriz energética nacional.
Este posicionamiento convierte a Cesar en un territorio estratégico para el desarrollo de proyectos solares como el de Nestlé y Unergy, en un contexto donde cada vez más empresas buscan generar parte de su propia energía para reducir su exposición a la volatilidad del mercado eléctrico.
Desde Unergy, destacaron que este tipo de iniciativas ya no se conciben solo como acciones complementarias de sostenibilidad, sino como herramientas clave de competitividad para distintas industrias. “Colombia tiene uno de los mayores potenciales solares de Latinoamérica. La generación distribuida está dejando de ser una alternativa para convertirse en una estrategia de competitividad. Una minigranja solar no es solo un proyecto ambiental, es una solución para estabilizar costos, asegurar la operación y aportar energía limpia al país”, señaló Eduardo Ospina, cofundador y CEO de la compañía.
Según la empresa, la infraestructura permite mitigar riesgos operativos, reducir la probabilidad de apagones, disminuir costos a mediano y largo plazo, acceder a beneficios tributarios contemplados en la Ley 1715 de 2014 y cumplir metas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), además de otorgar mayor independencia frente a las variaciones del mercado energético.
Fuente: El Tiempo






