La decisión del Presupuesto Nacional de no atender las necesidades mínimas del Instituto Nacional de la Leche (Inale) provocó un fuerte malestar en los productores y en toda la cadena láctea uruguaya, en un contexto donde la lechería es uno de los pilares económicos del país.
El presidente del Inale, Dr. Ricardo de Izaguirre, reconoció que el sentimiento fue generalizado: “Los productores sintieron que la lechería no era valorada. Confieso que yo también compartí ese sentimiento”, afirmó.
Un sector clave para la economía y la soberanía alimentaria
En 2024 las exportaciones lácteas superaron los US$ 800 millones, ubicando al sector como el cuarto rubro exportador del país, detrás de la carne, la celulosa y la soja. En lo que va de 2025 ya se exportaron US$ 880 millones, aún sin contabilizar diciembre.
Además del impacto económico, la lechería cumple un rol social estratégico, al:
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Generar empleo directo e indirecto
Fijar población en el medio rural
Aportar a la soberanía alimentaria
Dinamizar economías regionales
Sin embargo, a pesar de este peso productivo, económico y social, el presupuesto asignado al Inale fue insuficiente, lo que pone en riesgo su normal funcionamiento.
Presupuesto desactualizado y pérdida de capacidad operativa
De Izaguirre explicó que, cuando el Inale se fundó en 2007, su financiamiento equivalía al tres por mil de las exportaciones lácteas valor FOB. Con el paso del tiempo, ese monto quedó pesificado y sin actualizaciones reales, provocando una pérdida progresiva del poder financiero del organismo.
Durante años el Instituto logró sostenerse con reservas acumuladas, pero esas reservas se agotaron en 2024. Para 2025, el Ministerio de Economía asignó apenas 35 millones de pesos, cuando el presupuesto real requerido ronda los 60 millones de pesos, es decir, unos US$ 1,5 millón.
El presidente del Inale advirtió que este desfasaje genera un déficit operativo importante y compromete el normal desarrollo de sus funciones estratégicas.
En riesgo la fortaleza técnica del Inale
Uno de los mayores impactos del recorte presupuestario es el cierre del Fondo de Fortalecimiento de la Actividad Lechera, clave para:
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Recolección de datos productivos
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Análisis de remisión y sistemas de producción
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Desarrollo de herramientas de apoyo al productor
Además, existe preocupación por la imposibilidad de sostener la estructura técnica altamente calificada del Inale, que es la base para:
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La elaboración de recomendaciones al Gobierno
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El diseño de políticas lecheras
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La articulación entre los actores de la cadena
“Sería un crimen no poder darles a nuestros técnicos los medios para aportar todo su potencial”, advirtió De Izaguirre.
Economía abrió una instancia de revisión
Como señal positiva, el presidente del Inale confirmó que recibió un llamado del Ministerio de Economía para revisar el presupuesto y analizar la posibilidad de un refuerzo financiero.
La respuesta es clave, ya que el 15 de diciembre el Inale debe presentar su presupuesto al Consejo para su aprobación. “Lo aprobaremos con lo que nos asignen, pero creemos que la cifra final estará más cerca de las necesidades reales”, expresó.
“Generó mucho disgusto en los productores”
De Izaguirre subrayó que la situación provocó un profundo desánimo en toda la cadena: productores, industria, queseros artesanales y gremiales.
“Se generó una sensación de desprotección. Los productores hicieron el esfuerzo, pero también se preguntan: ¿para qué vamos a quedarnos?”, expresó.
Desde su mirada, no valorar a la lechería implica desconocer:
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La riqueza productiva
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La transmisión generacional
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La capacidad de reinvención tecnológica
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El fuerte perfil exportador del sector
Producción récord, pero presión por precios internacionales
En cuanto a la situación actual del sector, De Izaguirre destacó que 2025 fue un año excepcional en producción, superando los 2.000 millones de litros de leche, un récord histórico.
Las proyecciones indican que en 2026 la producción podría crecer entre 4% y 5%, impulsada por la buena reproducción del ganado y las reservas forrajeras logradas en primavera.
Sin embargo, el contexto externo es complejo: la leche en polvo entera, principal producto exportado por Uruguay, cayó US$ 1.000 por tonelada en pocos meses, pasando de US$ 4.374 en mayo a US$ 3.364 en diciembre, debido al exceso de producción mundial.
Seguros de margen y defensa del productor
Ante este escenario, el Inale evalúa herramientas como los seguros de margen, que permitirían amortiguar el impacto de la suba de insumos —especialmente los granos, que representan el 60% de los costos de alimentación— y la baja en el precio de la leche.
También se analiza un seguro anticíclico propuesto por la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL).
“No podemos aceptar que sigan desapareciendo productores”
Finalmente, De Izaguirre fue tajante sobre la caída de productores:
“Que esto pase en otros países no es una buena razón para aceptarlo”, sostuvo.
Defendió el sistema pastoril uruguayo como una de las mayores ventajas competitivas frente al mundo y pidió incentivos concretos para sostener la producción a pasto, clave para la rentabilidad y sustentabilidad del modelo lechero nacional.
Fuente: LM






