Se conmemora hoy el Día Internacional de Mujeres y Niñas en la Ciencia, fecha establecida por la Asamblea general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con un objetivo simple: dejar en claro que no hay carreras para niñas y otras para niños y que, independientemente del género, cada persona puede aspirar a ser astronauta, bombera o científica.
Dado que las páginas de El Diario no podrían contener todos los proyectos de mujeres científicas que desarrollan su labor en la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), es que decidimos hablar con una de ellas, la veterinaria Melina Pietrani, quien lleva adelante un trabajo de investigación de alto impacto social, porque está trabajando para encontrar las maneras de hacer crecer la producción de leche de burra, a fin de que alcance a todos los niños y niñas que son alérgicos a la proteína de leche de vaca (APLV).
“La ventaja de la leche de burra es que tiene un muy bajo contenido de caseína, que es a lo que reaccionan negativamente los niños y niñas que tienen APLV”, explicó Pietrani. “Y a diferencia de las fórmulas hidrolizadas, es muy palatable, es decir, rica y dulce. Es muy parecida a la leche materna”, agregó.
La desventaja es que, además de no haber gran cantidad de burras, estas pueden ofrecer en promedio, 700 ml por ordeñe. Es decir, menos de un litro por día.
Es por eso que en la UNVM hay varias líneas de investigación: una, que se aboca a investigar las características alimentarias de la leche para lo cual procesan -pasteurizan- y analizan la calidad del alimento. Y otra, que tiene que ver con los aspectos productivos. En esta última línea está inmersa la investigadora Pietrani.
El objetivo de su línea de investigación es desarrollar una estrategia de manejo reproductivo mediante la producción de burdéganos (híbrido de burra y padrillo) para ser aplicada en los nuevos sistemas de producción de leche de burra en Argentina, con el fin de optimizar la utilización de los recursos animales e incrementar la eficiencia en programas de diferentes escalas productivas.
Explica que la posibilidad de sumar burdéganos en los rodeos comerciales, permitirá que sean utilizados para cabalgatas en zonas montañosas o áridas, a diferencia de los burros machos, los cuales representan un serio problema, ya que no tienen una función en el sistema productivo y son considerados de descarte, pero sin una demanda para otra función por parte del mercado.
Y por si quedaban dudas sobre el apasionamiento que tiene por su trabajo, Melina dijo que “los burros, a diferencia de lo que se cree, son muy inteligentes. Más inteligentes que los caballos. Y además, resistentes, dado que pueden estar dos o tres días sin tomar agua y se alimentan con pasturas de baja calidad”, dijo.
La inseminación comenzará en breve, utilizando el rodeo que tiene una empresa privada en Yucat, donde está el primer tambo mecanizado de burras en Argentina. “La leche que se extrae de allí se procesa en la Universidad y se congela. En un futuro la leche será liofilizada, porque te permite que quede como una leche en polvo, se puede preservar por más tiempo y es más fácil trasladarla a donde sea necesario”, concluyó.
APLV: la Alergia a la Proteína de Leche de Vaca (APLV) se está diagnosticando cada vez más. Se estima que por año nacen en Argentina unos 20 mil niños y niñas con esa condición. Hasta el momento, el principal tratamiento está en las fórmulas hidrolizadas, que no tienen buen sabor ni olor y, además, tienen un alto costo. La leche de burra es considerada como una alternativa válida para niños con APLV debido a su composición, la más semejante a la leche humana, y por su fuerte actividad antioxidante. Además, es rica en sustancias que refuerzan el sistema inmunitario humano, tiene alto valor nutritivo y un amplio valor medicinal debido a sus péptidos bioactivos.
El perfil de la académica entrevistada
Melina Pietrani, la profesional villamariense entrevistada, hizo sus estudios primarios en la escuela José Mármol y el secundario en el ESIL. Egresó como Médica Veterinaria de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Tiene un máster en producción equina y además de ser docente en la UNVM y becaria del Conicet, está haciendo el doctorado sobre las “estrategias de manejo reproductivo para optimizar la utilización de recursos animales en sistemas de producción de leche de burra para consumo humano”.
El trabajo está dirigido por Luis Losinno –quien hizo un viaje a China, donde es más usual el consumo de leche de burra y a su regresó comenzó a abrir e impulsar líneas de investigación. El codirector es Alejandro Lespinard.
“Siempre tomé naturalmente la elección de mi carrera, sin pensar si era para hombres o mujeres. Pero debo reconocer que mi entorno creía que era un poco más para hombres, porque no hay veterinarios en la familia ni tenemos campo; y entonces no había mucho idea de lo que se puede hacer”, dijo.
En lo que hace al campo laboral, dijo que “más que nada con los equinos, que es mi especialidad; la gente está acostumbrada a la presencia de mujeres. Nunca noté una discriminación al respecto”.