La protesta se debe a la suspensión por cinco días de uno de los seis trabajadores que tiene la firma ubicada en Lázaro Azpeitia al 600.

La Seccional General Rodríguez del sindicato ATILRA (Asociación de los Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina) instaló un acampe esta mañana en la puerta de la empresa Lácteos Luján ante la suspensión de un trabajador.

Heber Ríos, secretario general del gremio, explicó que la medida se debe a la suspensión por cinco días de uno de los seis trabajadores con que cuenta la firma ubicada en calle Lázaro Azpeitia 631.

El acampe fue consecuencia de no haber llegado a buenos términos una gestión la semana pasada cuando el representante del sindicato se hizo presente en la pequeña empresa de barrio San Bernardo.

Al trabajador en conflicto, de acuerdo a lo expresado por Ríos, se le adeuda salario y por esa razón no está cumpliendo con su labor. Ante esto, “le mandan vía WhastApp una foto de la carta documento. Como no le llegó a su domicilio, se presentó para dejar constancia que le impedían ingresar a su puesto de trabajo y como siguieron con esa posición de no dejarlo ingresar nos hicimos presente para tratar de hablar con Mauricio Brecha, el dueño de la empresa”.

Las partes pudieron hablar pero como el empresario se mantiene firme en su postura, ATILRA tomó esta medida. “Esto viene de larga data. Cuando hicimos una inspección detectamos que el compañero que hoy está suspendido trabajaba en forma irregular. En el transcurso de los últimos tres años, lo intentaron despedir dos veces con carta documento formal pero se retractaron ante la posición que adoptó esta organización gremial y porque no había ningún motivo ni justificación para despedirlo”, dijo el dirigente sindical.

Ríos comentó que el trabajador suspendido es objeto de discriminación y hostigamiento laboral. “Vino resistiendo porque necesita trabajar pero hay una clara persecución que nosotros la dejamos asentada en las diferentes audiencias que tuvimos en la Delegación del Ministerio de Trabajo de Luján”.

A partir de la suspensión, desde ATILRA dejaron de tener contacto con el dueño de la empresa. “Dice que no le dan los números y que si le hacemos algún tipo de reclamo va a despedir trabajadores y va a cerrar. Pero nosotros tenemos en claro que es un empresario de la zona que tiene otros tipos de emprendimientos: una empresa que se dedica a elaborar tapas para empanadas, en el año 2018 hizo una inversión millonaria y es dueño de La Farola aunque figura su mujer. Sabemos que los números por la cantidad que produce, el 85% de lo que elabora esta empresa que son quesos cremosos, muzzarella y quesos en barra se vende en negro en las pizzerías”, denunció Ríos.

Apuntó a la Delegación del Ministerio de Trabajo de ser “cómplice” del empresario porque “está tratando de hacerle un ofrecimiento para que el compañero se vaya”. Mientras tanto, “no nos vamos hasta no encontrar una solución. La fábrica si hoy está parada es por determinación del dueño porque nosotros no estamos impidiendo la entrada y salida. Vinimos en forma pacífica y no molestamos a los vecinos. No venimos ni a patotear ni apretar a nadie, venimos a reclamar lo justo para que el compañero pueda trabajar en condiciones normales y pueda cobrar su salario como cualquier trabajador”, afirmó el representante máximo de la Seccional General Rodríguez.

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