¨”El sector lácteo no es ajeno a lo que le está pasando a nuestro país, ante una macroeconomía totalmente desordenada y desquiciada; de hecho, nuestro sector padece estas cuestiones aún más, porque no se puede separar la industria de lo que es la producción primaria”.
Según comentó Felippa: “desde hace un tiempo venimos con una situación muy desfavorable respecto a la relación de costos por el precio de los granos, que van para alimentación. Esto desalienta la utilización de concentrados en los rodeos debido al aumento que se ha dado en el rubro”.
En consecuencia “los 38 ctvs de dólar que cobra el productor no son un mal precio, pero aun así, no llega a cubrir los costos. A esto hay que agregarle la situación climática, que, si bien todavía no tiene impacto directo en los tambos, lo tendrá a mediano plazo porque estamos en el período en el que se constituyen las reservas del año que viene”.
El industrial aseguró además, que
“La rentabilidad en el eslabón industrial tampoco es la adecuada, como consecuencia de la macroeconomía y la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores, donde hay que presionar a la demanda con ofertas para poder vender nuestros productos”.
ACUERDO DE PRECIOS
En este contexto se firmó un nuevo acuerdo de precios con el Gobierno, pero a diferencia de los anteriores, en el que participaban las cámaras que representan a pymes y grandes, ahora la Secretaría de Comercio prefirió acordar empresa por empresa, producto a producto.
“Muchas empresas que participaron en el acuerdo anterior, especialmente pymes, no han formado parte”, contó Felippa.
“Este es un acuerdo similar, pero con un volumen bastante inferior al anterior, con un precio que obviamente no alcanza a cubrir los costos. Entonces, me parece que se sigue insistiendo en un mecanismo que sistemáticamente demostró que no sirve para controlar la inflación”.
Y agregó el presidente del CIL:
“La mejor forma de bajar los precios es con más producción, no controlando los precios, más allá de que coyunturalmente sea necesario aplicar este tipo de medidas, pero no de manera sistémica como se viene haciendo desde hace tanto tiempo”.
Según su punto de vista, “claramente se pone foco sobre la industria y los que producimos alimentos, pero si medimos hasta el mes de agosto y observamos que pasó a partir de diciembre de 2019 cuando asumió este Gobierno, vemos que la diferencia de aumentos que hubo entre los precios al consumidor y los precios mayoristas (salida de fábrica) tuvieron en el orden del 55%. Entonces, me parece que se sigue poniendo foco en quienes producimos alimentos y ahí no está el problema. Se generan toda una serie de mecanismos que terminan distorsionando el desenvolvimiento del mercado, donde por un lado no logran los resultados esperados de controlar la inflación y por el otro, exponen a las empresas a una situación de rentabilidad negativa. Si no hay un abordaje integral de la macroeconomía tendiente a resolver el problema de la inflación, sólo con controles de precios no es suficiente”.
RETENCIONES O DÓLAR LECHE
Ércole Felippa sostiene que hay varios factores que hoy atentan contra la sostenibilidad de la cadena, que desde el CIL le vienen reclamando al secretario Juan José Bahillo en el ámbito de Agricultura y Economía.
“Primero, el diferencial de los derechos de exportación de leche en polvo (principal commodity lácteo argentino) respecto de los quesos; que sea del doble no resiste ningún análisis. Segundo, el dólar oficial que obviamente tiene un atraso porque si no, no habría todos los tipos de dólares que hay, por eso como mínimo es necesario el sinceramiento del tipo de cambio y por otro lado, no se puede poner 9% de retenciones a un producto de valor agregado como la leche en polvo”, definió Felippa.
Incluso, “el tema del atraso cambiario no se resuelve sólo con una devaluación; si así fuera, solucionar la inflación sería sencillo, pero en realidad hace falta un abordaje integral de la macroeconomía para poder darle solución de fondo al problema”, opinó el industrial.