En el marco de TodoLáctea pudimos dialogar con Adolfo Storni, un argentino que es Gerente General de Estancias del Lago, el mega emprendimiento lechero que se desarrolla en Uruguay. Nos contó de la empresa y dejó su mirada sobre la actualidad de la lechería en el Río de la Plata.

¿Qué es exactamente Estancias del Lago, un tambo, una industria, mucho más, qué es?

 

Estancias del Lago es un complejo agroindustrial integrado, donde producimos los alimentos, la leche, generamos nuestra propia energía y procesamos gran parte de la producción en una planta de leche en polvo que exporta a más de 20 países.

Además de toda la producción primaria, donde tenemos casi 13.000 vacas en ordeñe, con un sistema de recría muy importante, en una cantidad similar, y todo un negocio ganadero con los machos Holando que hoy ya son 5.000 cabezas que se envían a frigoríficos, y un aprovechamiento de los campos ganaderos, los bajos y los excedentes de comida para aprovechar un negocio ganadero de razas carniceras de vacas de invernada y de terneros para engorde.

 

-¿En cuántos años lograron armar este complejo agroindustrial?

 

La planta de leche en polvo, que era la etapa final del proyecto es de 2015. Si bien las primeras operaciones del negocio comenzaron en 2007, podemos decir que la empresa tal cual como está hoy es de 2015. Antes empezamos con la construcción y la producción de leche fluida que se vendía localmente, pero como empresa agroindustrial integrada podemos decir que cumplimos 7 años.

 

-¿Tienen intenciones de seguir creciendo o creen que han llegado a un punto de equilibrio?

 

En lo inmediato estamos instalando un galpón nuevo que va a tener en una parte una maternidad y por otra parte vacas en ordeñe, así que en lo inmediato estamos ampliando en unas 400 vacas en uno de los tambos y en otro sector, donde había una enfermería estamos metiendo más vacas, y luego de reuniones que hemos tenido en los últimos días, estamos analizando junto a bancos y accionistas una posible expansión de producción primaria, incorporando unas 4.000 vacas más y también una ampliación fabril para poder secar toda esa leche.

Ahora estamos trabajando en eso, pero es un proyecto que tomará varios años. Estamos en la etapa de prefactibilidad, pero sabemos que contamos con el apoyo tanto de los accionistas como de los bancos que están dispuestos a acompañarnos en esta inversión.

 

-Es importante lo que contás del acceso al crédito para poder desarrollar un proyecto de tamaña envergadura

 

En Uruguay, una de las características que lo diferencia de Argentina es la disponibilidad de crédito. Nosotros, hoy, a todo este proyecto, podríamos decir que tiene una dimensión de unos 50 millones de dólares y encuentra financiamiento en Uruguay. Es un país muy amigable para las inversiones, tiene una macroeconomía bastante ordenada, lo que implica una tasa de inflación baja, incluso en este contexto de alta inflación mundial, y por otro lado, tiene también reglas de juego muy claras, y cuando uno hace una inversión no tiene que andar pensando en ninguna modificación de alguna variable macroeconómica o específicas del proyecto de inversión.

 

-En general ves a la lechería uruguaya con potencial de crecimiento todavía o está llegando a su techo.

 

-Uruguay tiene una gran capacidad instalada industrial. Hoy le está faltando leche. Sin considerar el caso de Conaprole, o el caso nuestro que somos una empresa integrada y no recibimos leche de remitentes, a Uruguay le está faltando un millón de litros de leche diarios para poder abastecer a todas las otras industrias que están operando a baja capacidad industrial y eso le quita competitividad porque están con costos más altos. O sea, en lo inmediato hay una oportunidad para aumentar la producción, estamos viendo cosas que pasaron en otros lugares del mundo, también en Argentina, donde desaparecieron tambos, especialmente los más chicos, con problemas financieros, o aquellos que se reconvirtieron a agricultura, más con los precios actuales de la soja, pero vemos que hay un interés de los productores que quedan de crecer.

Hoy hay tecnología, prácticas productivas y culturales en el manejo de un tambo para mejorar. Está el paquete tecnológico listo para aplicarlo y los productores están interesados en hacerlo.

 

-Recién, en una de las charlas que escuchábamos, se hablaba de eso. La forma en que vamos a crecer en países como los nuestros es más que nada por el avance tecnológico. En Argentina tal vez cuesta un poco más por la falta de financiamiento, pero pareciera que Uruguay está mejor preparado para eso.

 

-Sí, hay empresas, productores, funcionarios que están trabajando, no solamente en lechería, sino también en agricultura, con la incorporación de más superficie bajo riego. Uruguay es un país más riesgoso para la agricultura, en especial para el maíz, indispensable para un feedlot o la lechería, y hoy se están instalando más de 100 pivots de riego por año, por lo que es un sector que está invirtiendo y mucho.

Vemos en Uruguay no solo un interés de los bancos locales para financiar las inversiones, sino también de inversores privados de otros países como puede ser Brasil o Argentina que están interesados en apostar al país. Lo ven como una isla de estabilidad y buenas oportunidades.

 

-Me gustaría, si podés, que me des un pantallazo de cómo ves a la lechería argentina.

 

-Yo veo que hoy la lechería tiene un panorama muy favorable y alentador a nivel mundial. Hay muchos países que no están pudiendo crecer por diferentes motivos, medio ambiente, falta de tierras o de agua, falta de mano de obra, diferentes regulaciones. El único lugar en donde en forma inmediata y rápida puede crecer la lechería es Sudamérica, y específicamente Argentina y Uruguay, pero más Argentina. Espero que el país sepa aprovecharlo.

En vista de la política económica que se está aplicando parecería que Argentina va a desaprovechar esa oportunidad que se le presenta en la lechería, y seguramente lo aprovechará Uruguay, lo aprovechará Brasil, vemos proyectos de lechería intensivos en Chile, y en México también. En una de las charlas lo escuchábamos a Jorge Giraudo contando como EEUU se está preparando para este escenario donde va a faltar leche en muchos lugares.

Estamos viendo que el crecimiento de la oferta es inferior al crecimiento de la demanda y eso genera enormes oportunidades y sobre todo para el sostenimiento de los precios. Vemos que los precios que hoy tenemos podrán variar, hay volatibilidad, pero sabemos que no se viene un escenario de varios años con precios bajos.

 

-El piso ha subido

 

-El piso ha subido. Hay inflación, hay mayores costos en alimentación, fertilizantes y energía. El costo de producción ha crecido, y a nosotros el punto de equilibrio también nos aumentó, pero, tampoco vemos un escenario de una leche en polvo a 2.000 o menos de 3.000 dólares. Eso de alguna manera es una invitación a la inversión o a quedarse en el sector.

Uno ve a la lechería argentina muy dinámica, con ganas de crecer, de automatizar, de robotizar e ir a sistemas de estabulado, a pesar de las malas condiciones macroeconómicas que tiene el país y a pesar de que hoy muchos tamberos están con márgenes negativos. Es una paradoja, el mundo está con leche de 50 o 60 centavos de dólar y hoy Argentina es el país con la leche más barata del mundo a menos de 40 centavos de dólar, y por eso no está creciendo en producción, está estancada hace décadas y hay una enorme oportunidad, que uno como argentino quisiera que los productores lo aprovechen, pero lamentablemente por todas las distorsiones y las malas políticas, es posible que esta oportunidad también la perdamos.

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