ESPMEXENGBRAIND

7 Abr 2025
ESPMEXENGBRAIND
7 Abr 2025
La caída en el consumo de productos de calidad y la alta presión tributaria están en la base del problema, según plantean los analistas.

La producción de leche en la Argentina atraviesa una etapa de descenso, que comenzó en el mes de julio, continuó en agosto y se afianzaría hacia el cierre de año. Es marcada la desaceleración en el crecimiento interanual de la producción y los próximos meses proponen un panorama incierto con el clima como gran protagonista.

 

Según el Informe Lácteo del mes de septiembre elaborado por los grupos CREA, la producción de leche acumulada hasta el mes de julio fue de 6.233 millones de litros, lo que representa un tenue aumento del 0,7% respecto al mismo período del 2021, sin embargo, este año terminaría con una producción de +0,5%, es decir que casi no habría crecimiento.

Jorge Giraudo, director ejecutivo del Observatorio de la cadena Láctea Argentina (OCLA), explicó a Ámbito que “este año comenzó con mucho calor y sequía, que afectó la producción de pasto, heno y silo. Si se registraran lluvias en los próximos meses podría recuperarse un poco más la actividad, pero los pronósticos climáticos no son alentadores”.

Informalidad

Fernando Córdoba, presidente de la Mesa de Productores Lecheros de la Provincia de Santa Fe (MEPROLSAFE) confirmó esa situación y detalló a Ámbito que por la producción de agosto reciben $52 pero según sus cálculos se podría obtener una rentabilidad lógica a partir de los $56.

En cuanto a las industrias, la mayoría logra cubrir sus costos, pero la rentabilidad no lo hace con sus expectativas. Según Giraudo, “cuando valorizamos los costos de producción y calculamos el costo de oportunidad del capital, la rentabilidad debería ser del 5% y hoy es del 2%”. De todas maneras, el mayor problema que tiene el sector lácteo en la actualidad y que golpea a toda la cadena es la informalidad. No es algo exclusivo de la lechería, esta situación se sufre en la molinería y en el sector cárnico, por mencionar dos casos vinculados a la góndola.

Para comprender el porqué del crecimiento de la informalidad, vale la pena analizar cuál es el comportamiento del mercado interno: según los últimos datos oficiales, las ventas en junio de 2022 fueron levemente inferiores a las del mismo mes del año anterior, pero un 4,6% menores que las del promedio de los últimos 5 anos.

En este sentido, Córdoba detalló que “el consumo es cada vez más precario y se compran los productos que menos valor agregado tienen”. Misma situación confirman referentes de las industrias que fueron consultados por Ámbito al comentar que “la gente ya no compra productos de calidad, como los postres o los yogures. Además, la calidad de muchos productos es menor, porque se hacen a base de suero, pero es lo que el mercado puede pagar”.

Con caídas en las ventas, los comercios de cercanía, despensas y almacenes ganaron protagonismo en los últimos tiempos dentro del negocio de los lácteos, porque ofrecen quesos y algunos otros productos a precios más bajos en comparación con las grandes cadenas. Esa situación se debería a la marginalidad con la que operan algunos actores en todos los eslabones dentro de la cadena. Habría empresas del sector que en mayor o menor medida compran parte de la producción de manera informal y eso luego llega a las góndolas. Pareciera ser que es la solución que muchos encontraron para que la leche y el salario tengan un punto de encuentro y el consumo de leche no muestre indicadores negativos.

Te puede interesar

Notas Relacionadas

Compra y Vende Lácteos en

Destacados

Sumate a

Más Leídos

Mundo

Seguinos