La producción nacional de leche presenta un crecimiento casi nulo en los últimos años (entre 2% y 3%), y para el 2019 se esperan las mismas tasas, porque “no hay signos de recuperación”, afirma el gerente general de la Asociación de Ganaderos Lecheros del Perú (Agalep), Héctor Guevara. Al respecto, explica que el sector está siendo afectado por el incremento de las importaciones de insumos en polvo, que están desplazando a la leche fresca en las plantas industriales del país.
Según el gremio, las tasas actuales de crecimiento se encuentran muy lejos de ser las que necesita el sector para ser competitivo, como mínimo de 5% o 6%, que sí alcanzaba antes del 2008. A partir de aquel año se introdujeron cambios en la ley que redujeron aranceles a la importación de leche en polvo, la que fue incrementándose en desmedro del acopio industrial de leche (leche que llega a las plantas industriales).
En el país, hay aproximadamente 1 millón de vacas que produjeron 2 millones de toneladas de leche en el año 2018. Poco menos del 50% de la producción se destina a las plantas de procesamiento industriales y lo restante se comercializa de forma directa o mediante productos de elaboración artesanal (queso, yogurt, etc.).
Para el crecimiento del sector es vital elevar el acopio industrial, porque estos ingresos permiten a los pequeños productores lecheros mejorar la alimentación y la condición de sus vacas, con lo cual mejora su producción, dijo Guevara a Gestion.pe. Asimismo, al percibir menores ingresos, muchos productores se ha visto en la necesidad de retirarse.
Sin embargo, señala, los productores nacionales difícilmente pueden competir con los precios de insumos en polvo importados del exterior, “que muchas veces vienen con precios artificiales, subvencionados por sus propios países”. Es así que el acopio industrial de leche nacional se ha mantenido estancado en los últimos años. En el 2017 sumó 916,000 toneladas y en el 2018 a 987,000 toneladas durante el año.
En cambio, la importación de insumos lácteos en polvo (como suero de leche, leche en polvo, leche descremada, etc.), ha registrado un crecimiento considerable desde su punto de inflexión, el 2008, cuando la importación de insumos lácteos en polvo alcanzó las 31,000 toneladas y esta se elevó a 60,000 toneladas en el 2017, en tanto que en el 2018 esta importación creció 26%, al alcanzar las 76,000 toneladas.
“Este año no vamos a llegar tampoco al millón de toneladas en acopio industrial, es decir que nos mantendremos en el mismo nivel que teníamos en el 2013. Deberíamos tener un acopio de 1 millón 200 mil toneladas este año, si siguiera creciendo con las tasas de antes del 2008, pero no ocurre así, debido a la competencia desleal que genera la importación de insumos lácteos en polvo. Esto está impidiendo el crecimiento de la producción nacional de leche”, indicó Guevara.
En opinión del presidente de Agalep, Clímaco Cárdenas, la situación del sector es crítica, y el Gobierno debería restablecer los aranceles a la importación de estos productos, para así salvaguardar la producción nacional.
“En el 2008 el Perú unilateralmente retiró aranceles a la importación de leche en polvo, por promover la industria láctea. Pero ocurre que la leche en polvo está desplazando a la producción nacional , pues vienen con precios mucho más baratos porque son precios artificiales o se trata de excedentes de otros países”, dijo en alusión a los decretos supremos 158-2007-EF y 038-2008-EFE, además del decreto legislativo N° 1035, que favorecen la importación de estos productos.
Pero no solo los productores lecheros son los afectados, sostiene Cárdenas, sino las familias peruanas, puesto que consumen menos nutrientes. “Ahora podemos decir que uno de cada 3 vasos de leche que se beben en el Perú está preparado con leche en polvo importada”, expresó.
Gestion.pe intentó infructuosamente comunicarse con la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) para conocer la versión de las empresas que importan leche en polvo como insumo para la preparación de productos lácteos.