“La producción de proteínas sintéticas no puede reemplazar la complejidad y el valor nutricional de la leche natural, especialmente en un contexto donde la sostenibilidad debe ser abordada de manera integral”, dijo.
Por su parte, Luis Fernando Méndez, de la firma Gerente Lechero, también se mostró crítico ante la propuesta.
“Proteína sintética es una falta de sincronismo agroindustrial, cuando en Brasil nacen y crecen las certificaciones de Origen y Diferenciación Láctea, con sellos de Bienestar Animal, Sostenibilidad y Leche de Bienestar Digestivo gracias a la genotipificación de vacas para producción de Beta Caseína A2A2”, manifestó.
Defender origen y sostenibilidad
En Colombia, diversos actores del sector lácteo han apostado por fortalecer la diferenciación de sus productos a través de iniciativas como FairFood, Gerente Lechero, TerraLeche, Acres Farm, Hato Camoita y Dacar Genética.
Estas empresas promueven prácticas de bienestar animal, sostenibilidad y producción de leche con beneficios digestivos, demostrando que es posible innovar dentro de un sistema agropecuario sostenible y responsable.
Méndez enfatizó que “la estructura de diferenciación láctea nace en Colombia con empresas de innovación láctea y alto compromiso con los consumidores de Colombia y el mundo”.
El debate sobre la leche sin vacas abre la puerta a cuestionar cómo se entiende la innovación en la producción de alimentos. Si bien la biotecnología tiene potencial para resolver problemas globales, el riesgo de desplazar a los productores locales y erosionar los sistemas productivos sostenibles es una preocupación que no debe ignorarse.