La Asociación de Alimentos en Base a Plantas hizo observaciones sobre el mal uso de términos como "vegano" u origen vegetal" en el rotulado.

En momentos en que los vegetales ganan terreno en la dieta diaria de los argentinos, y los consumidores se vuelven más críticos sobre la ingesta de proteína animal, y la producción de alimentos a base de plantas gana terreno a nivel internacional, desde la Comisión Nacional de Alimentos (Conal) se impulsa un cambio en la rotulación de los alimentos a base de plantas y la propuesta inquieta a las empresas que integran la Asociación de Alimentos a Base de Plantas.

La iniciativa toma forma en un momento en el cual en la Argentina está en debate la ley de etiquetado frontal, que hoy podría ser tratada en una sesión especial convocada por el oficialismo y marcaría un hito en la ampliación de derechos para los consumidores.

La asociación –que nuclea aproximadamente el 90% de la oferta “Plant Based” en el país, con más de 80 empresas asociadas, dando trabajo directo a más de 1.200 familias– realizó algunas observaciones sobre la regulación de uso de los términos “Vegano”, “Origen vegetal” y “100 vegan” en los los rótulos de los alimentos a base de plantas.

Actualmente se encuentra abierta una consulta pública, hasta el 10 de octubre está vigente y se puede acceder ingresando a http://www.conal.gob.ar/consulta_publica.php, que impulsa la modificación del Código Alimentario Argentino.

Respecto del término “Vegano” “Origen vegetal” y “100% vegan” será “incompatible la declaración de las leyendas y/o atributos antes mencionados, cuando la empresa declare ante la autoridad sanitaria que aún habiendo aplicado las BPM (Buenas Prácticas de Manufactura), existe la posibilidad de contaminación accidental durante el proceso de elaboración de algunos de los alérgenos de origen animal de conformidad con lo establecido en el artículo 235 séptimo”.

Respecto a identidad definida en la propuesta se menciona que “no se podrá hacer referencia a alimentos de origen animal con identidad definida establecida en el presente código, ni tampoco utilizar términos o nombres fantasía que hagan alusión a los mismos”.

Francisco Piñero Pacheco, presidente de la asociación, coincidió con la necesidad de regular términos como “Vegano”, “100% origen vegetal”, “A base de plantas” debido a “la impresionante tasa de crecimiento de los consumidores de dichos productos y el impacto que tiene para la economía de nuestro país, que en un momento económico adverso, incuba emprendimientos y pymes que en los últimos años no han parado de crecer” pero advierte que en el artículo propuesto existe “un error conceptual, que entendemos sería contraproducente y un riesgo significativo para empresas productoras y consumidores”.

“A nosotros, los productores de alimentos a base de plantas nos importa más que a nadie destacar que no tiene proteínas animales y beneficiar a nuestros consumidores que buscan simpleza en la información”, indicó al tiempo que subrayó: “Estamos entusiasmados con la voluntad de regulación y dispuestos a contribuir sentándonos en la mesa de conversación sobre el futuro del código alimentario”.

Desde la asociación señalaron que la decisión de consumo de alimentos “a base de plantas” tiene, a grandes rasgos, tres motivaciones: la posición ética-filosófica sostenida por el movimiento vegano en relación a los derechos de los animales y la sensibilidad al dolor que implica su producción en masa; preocupación por el impacto en el medio ambiente que supone la producción en escala de proteínas animales ; y la incrementación de productos de origen vegetal, suponen una mejora en la salud.

“La posibilidad de trazas en los productos no debe tomarse como un condicionante para usar los términos nombrados dado que el consumo de alimentos “plant based” no está motivado por una condición médica, sino por una elección. De considerarse necesario, podría declarase como se hace con la posibilidad de alérgenos. Suscribimos en este sentido la propuesta de UVA (Unión Vegana Argentina) que propone una solución en dicha dirección”, detallaron.

Asimismo, en la asociación sugirieron también revisar lo mencionado sobre la identidad definida. “A lo largo de la historia de la humanidad se puede ver claramente cómo el lenguaje evoluciona y se adapta a los contextos históricos”, señalaron y plantearon que “paulatinamente las instituciones que custodian el uso de la lingüística, con sus términos y expresiones, acompañan esos cambios, los absorben y los regulan”.

“Ese giro natural es irreversible y tiene la fuerza del consenso social”, dijeron desde la asociación. Hoy a un “queso untable de girasol sin lácteos” se lo identifica como un “queso untable” en toda la cadena de valor (los consumidores, los productores, los comerciantes, etcétera).

Por eso “aceptar e incluir estos términos, entendemos, es parte de la democratización del lenguaje”, señalaron.

Pacheco subrayó que “estamos frente a una enorme oportunidad de modernizar el código y ponernos a la vanguardia del mundo”. A modo de ejemplo, citó que “un queso untable, con forma de queso untable, gusto a queso untable, aroma a queso untable, sería lógico que sea nombrado cómo queso untable a base de semillas de girasol, sin lácteos.

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