Hace unos cuatro años, Alquería tuvo la posibilidad de adquirir una fábrica de yogurt en Panamá, pero no dio el paso y prefirió tener como foco el mercado colombiano, donde tiene mucho por hacer.
Así lo señala su presidente, Carlos Enrique Cavelier, quien destaca la expansión y el reconocimiento que ha tenido la empresa que esta semana celebra 60 años de fundada, en medio de una agenda de negocios que ha seguido como principio a lo largo de su historia la gestión social y ambiental.
Esto último lo ha entendido Mesoamérica, la firma centroamericana que acaba de entrar con un 35% de participación, asegura Cavelier.
En seis décadas, la empresa, que registra ventas anuales cercanas a los $930.000 millones, ha innovado y desarrollado más de 20 productos con el propósito de “transformar la vida de las personas desde el amor, el ingenio y las cosas bien hechas”.
De esta forma, ha participado e ingresado en nuevas categorías como yogurt, leche condensada, leche en polvo, arequipe, suero costeño, compotas y jugos, entre otros. Hoy el reto es diversificar el portafolio.
El directivo dice que su operación ya cubre la geografía nacional y el reto de la compañía está en “crecer en puntos de venta y en reconocimiento”.
En los próximos años, afirma, la empresa colombiana de alimentos aspira producir suficientes ‘glóbulos rojos’, es decir, utilidades, para poder financiar los proyectos sociales.
Las empresas tenemos que ser integrales, de ahí que al lado del crecimiento empresarial ahonde en la lucha contra la pobreza y en temas como la deforestación, anota Cavelier.
“Tenemos un deber con los campesinos y contamos con un proyecto que se llama Vaca Madrina que está en el Cesar. Vamos a iniciar el piloto este año, ojalá con Bancolombia y con el Sena. De pronto, también tendremos la participación del Banco Interamericano de Desarrollo, BID”, expresa Cavelier.
Inicialmente, se trabajará con 19 campesinos con el objetivo de multiplicar sus ingresos por cinco en 10 años para que puedan superar la pobreza.
La idea es que también, en un largo plazo, logren mejorar las condiciones ambientales de las fincas, porque hoy no tienen pastos, no tienen arboles, ni agua.
“Si el piloto sale bien, el año entrante haríamos el proyecto con 700 campesinos para llegar a reverdecer 30.000 hectáreas en el sur de ese departamento, cerca a Aguachica”, explicó el empresario. Cabe decir que la fase piloto implicará otorgar créditos cercanos a los $1.000 millones.
El otro componente importante de esta estrategia de apoyo es la asistencia técnica que la compañía está dispuesta a extender en esa zona del país.
“Esa es nuestra celebración de 60 años y esta inversión de impacto va a ser muy importante en 10 años. El aspecto más importante en la agenda de las empresas de aquí en adelante es cuidar su entorno local y poder hacer que la gente salga de los niveles de pobreza en que se encuentra”, comenta Carlos Enrique Cavelier.
Este plan de apoyo a productores de escasos recursos es otro programa que tiene Alquería para los productores.
En negocios inclusivos con pequeños productores de leche en el país, Alquería creó Formación Campesina, cuyo objetivo es acercarlos a la industria formal a través de capacitación.
“La mejor experiencia fue entender cuál era la forma en que la industria podía ayudar a impulsar a los productores en su desarrollo. Sacamos adelante muchos trabajos con asociaciones y el programa de alianzas productivas, con entidades sin ánimo de lucro (fundaciones) quienes impulsaban el cooperativismo y la asociatividad. Esto se hizo incluso en proyectos productivos con las alcaldías y gobernaciones que querían apoyar el desarrollo de la cadena de frío para los ganaderos de sus regiones”, resalta Carlos Enrique Cavelier.
Dichos esfuerzos son de todos los actores, los cuales son bien reconocidos y con muy buenos resultados en formalización de zonas donde antes no se cumplía con la normatividad del pago de leche a productores y no había protocolos de calidad. De esta forma, más de 1.500 familias se han visto beneficiadas del plan de Formación Campesina.
En materia ambiental, una de sus premisas es disminuir su huella ecológica a lo largo de la cadena de valor, para que en el 2030 esta sea una empresa con cero huella de carbono.
De esta forma con su programa Planeta Larga Vida, Alquería le apuesta a preservar los recursos naturales y ecosistemas estratégicos del país.
Planeta Larga Vida enmarca toda la cadena de valor desde la materia prima (con los Ganaderos), la producción en las plantas (consumo de recursos) hasta el consumidor final (disposición y post – consumo de empaques).
La educación es otro aspecto en la agenda social de la empresa. En este contexto, Alquería trabaja para que en los próximos meses haga parte del Sistema B, del cual hacen parte las organizaciones que buscan soluciones a problemas ambientales y sociales.