Disuelve la CONAL y Delega el Código Alimentario a ANMAT y SENASA para Acelerar la Gestión
El panorama de la regulación alimentaria en Argentina ha experimentado un cambio radical. A través del Decreto 538/2025, el gobierno de Javier Milei ha oficializado la disolución de la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL), un organismo clave en la supervisión de la industria alimentaria. Esta decisión estratégica busca centralizar y agilizar los procesos de control y actualización del Código Alimentario Argentino (CAA). Ahora, las responsabilidades de la CONAL recaerán en dos entidades técnicas ya consolidadas y de alta relevancia en la agroindustria: la ANMAT y el SENASA.
El gobierno justifica esta drástica medida argumentando que la estructura colegiada y burocrática de la CONAL resultaba en una desaceleración de los procedimientos, un factor crítico para la innovación en el sector alimentario. Con la nueva disposición, la actualización del CAA pasará a ser una tarea conjunta del Ministerio de Salud (a través de la ANMAT) y el Ministerio de Economía (a través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, de la cual depende el SENASA). Este enfoque busca una gestión más “austera, eficiente y orientada a resultados” que beneficie tanto a los productores como a los consumidores.
La reforma no solo afecta a la CONAL, sino que también redefine la participación de otros actores en la regulación de los alimentos. El nuevo sistema invita a las autoridades provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a seguir participando en el control y la actualización del código, lo que mantiene un grado de federalismo en la toma de decisiones. Sin embargo, los municipios quedarán excluidos de la base de datos única, un cambio que podría simplificar ciertos procesos a nivel nacional pero también plantea interrogantes sobre la coordinación en el ámbito local y el control de los pequeños productores.
Para el sector lechero internacional, este cambio en Argentina es de gran relevancia. La ANMAT y el SENASA son los organismos encargados de garantizar la calidad e inocuidad de la leche y sus derivados tanto para el mercado interno como para las exportaciones. Al centralizar la actualización del Código Alimentario en estas entidades, se espera una mayor coherencia y una adaptación más rápida a las normativas internacionales, lo que podría facilitar el comercio exterior y la introducción de nuevos productos lácteos en el mercado.
En conclusión, la disolución de la CONAL y la delegación de sus funciones a la ANMAT y el SENASA marcan una transformación significativa en la gobernanza alimentaria de Argentina. La medida apunta a eliminar la burocracia, acelerar la toma de decisiones y fortalecer la capacidad técnica del Estado en la regulación del sector. Si bien el cambio genera expectativas de mayor eficiencia, también será fundamental monitorear cómo impactará la nueva estructura en la relación con los actores de la industria, la velocidad de las aprobaciones y la competitividad de la agroindustria argentina en el mercado global.