Frisch habló de una “sensación de malestar y contrariedad en los tamberos”, en razón de los auspicios que el gobierno está dando a la inversión extranjera, mientras la industria nacional se desmorona.
Los grandes volúmenes de las compañías de capitales extranjeros, esconden una realidad que termina siendo mucho peor que lo que las estadísticas muestran.
Frisch sostuvo que hay una realidad muy preocupante al punto que la baja detectada en los cuatro primeros meses de este año con relación al 2018, es mucho peor que lo que dicen las estadísticas. Los datos corresponden al total de la remisión que hay en el país, lo que determina que se manejen volúmenes que no coinciden con la realidad de los tambos nacionales, cuya participación desdibuja los datos reales.
Para el caso de Conaprole, se insiste en reclamar un conjunto de medidas que tiendan a bajar los costos buscando el compromiso adecuado de parte de los trabajadores de ese tramo de la cadena.
Frisch cuestionó también lo que calificó como “fiesta sindical”, una situación que de una vez por todas se tiene que terminar -puntualizó-.