No hay duda de que una alimentación saludable es la base para prevenir el desarrollo de algunas enfermedades. Diariamente, es recomendable incorporar en la dieta alimentos de calidad nutricional que cubran las necesidades de cada persona a nivel de energía y nutrientes. Entre estos alimentos destacan el yogur y las leches fermentadas, unos lácteos que forman parte de la dieta del ser humano desde hace siglos y que su consumo se extiende a prácticamente todo el planeta. Son una excelente fuente de proteínas completas y de calcio, así como de fermentos probióticos que proporcionan amplios beneficios para la salud y le confieren su sabor y textura característicos.
Su consumo diario, en todas las etapas de la vida, está recomendado por las guías alimentarias y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, AESAN, lo ha incluido en su selección de alimentos esenciales para una compra saludable.
En nuestro país, cada día, los españoles toman alrededor de 22 millones de unidades de yogur y está presente en el 95 % de los hogares. Por ese motivo, no entendemos que el yogur y las leches fermentadas, unos alimentos nutricionalmente tan densos y completos, se encuentren marginados y tengan un IVA del 10 %, y no del 4 %.
La reducción del IVA de manera estructural no solo beneficiaría a los consumidores en términos de ahorro directo, sino que también podría promover el consumo de alimentos saludables y contribuir al crecimiento económico de un sector que, como otras industrias lácteas, se ha visto afectada por el importante incremento de costes (precio de la leche, energía, transporte, etc.) desde hace más de un año.
Según nuestros cálculos, la reducción del IVA al 4 % supondría un ahorro de 80 millones de euros para los hogares, lo que facilitaría especialmente el acceso a estos alimentos por parte de las familias en situación de vulnerabilidad. Por ello, ayudaría a que los niños y niñas de los hogares con rentas bajas pudieran tomar, al menos, un yogur al día, contribuyendo al aporte de nutrientes necesarios para su correcto crecimiento y desarrollo.
El IVA en Europa
Al profundizar en la fiscalidad de Europa, desde AEFY hemos constatado que no seguimos la tendencia de nuestros vecinos. En Francia, por ejemplo, el tipo impositivo de estos alimentos lácteos es del 5,5 %; mientras que en Bélgica es del 6 % y en Alemania, del 7 %. También es significativo el tipo impositivo en Portugal, ya que no solo ha decidido aplicar el 6 % al IVA del yogur, sino que, además, ha implantado una rebaja temporal al 0 %, que se extenderá hasta octubre de este año 2023.
Así pues, es el conjunto de pequeñas y concretas medidas lo que hace que un país pueda progresar. En este sentido, la reducción del IVA de manera estructural al 4 % es una oportunidad que no debemos desaprovechar para fomentar el acceso a unos alimentos tan nutricionalmente completos como el yogur y las leches fermentadas, impulsando unos hábitos de dieta saludable que influyan positivamente en la salud de las personas.