Uno que movió el tablero fue Tether, líder global en criptomonedas, con la adquisición del 20% del coloso local Adecoagro, que encabeza Mariano Bosch y es número uno en tambos, azúcar, arroz y biocombustibles.
Distinta es la situación de alguno de sus competidores en la industria lechera. En lo que ya es un secreto a voces, la cooperativa SanCor estaría a punto de convertirse en la nueva Vicentín, acosada por sus deudas en torno a US$ 400 millones.
Seguirá despidiendo gente, mientras aparecen interesados en su centro de distribución a la entrada de Buenos Aires, en su manteca y en la leche descremada. Varios heredaron parte de su mercado como el caso de los frescos que aprovecharon La Serenísima y Tregar de la familia santafesina García.
Precisamente en La Serenísima, Arcor junto a Danone están listos para crecer al 100% de la empresa este año. Arcor posee actualmente el 49% y su presencia se nota en la firma en la que aún Antonio y Flavio Mastellone se sientan en el directorio. El nivel gerencial quedó inquieto por la creación de un comité de ética puesto en práctica por el sistema de gestión JD Edwards que la firma de los Pagani tiene en casi todas sus compañías.
Indagaron sobre conflictos de intereses con proveedores, bancos, seguros y clientes y hubo varios “descubrimientos” que no salieron a la luz. Sucede, en medio de la caída del consumo de lácteos más elaborados y cuando el que exporta pierde plata, en un mercado internacional sobreabastecido. Argentina, sin embargo, volvió al radar de los pesos pesados del sector: Nueva Zelandia llegó al límite de su capacidad productiva y no puede anexar más tierras. El potencial local está en la mira.