Brasil sigue siendo el principal destino de los productos lácteos uruguayos y argentinos, debido en gran medida a la aplicación del Arancel Externo Común (TEC) del 28% a los productos lácteos de otros orígenes, lo que hace que estos productos no sean competitivos en el mercado brasileño.
El déficit de productos lácteos en Brasil los lleva a incrementar los volúmenes de importación, compran mayores vólumenes y ofertan mejores precios a Argentina y Uruguay, sus principales proveedores..
Desde diciembre del año pasado el valor medio de exportación a Brasil se ha mantenido estable en el eje de los US$ 3.800 por tonelada. En la primera quincena de junio el valor medio fue de US$/t 3.872, unos US$ 100 por encima del precio de venta a Argelia.
De acuerdo a MilkPoint para los próximos meses, aún con una expectativa de reducción de las importaciones, por la caída de los precios en el mercado brasileño y la consecuente reducción en la competitividad de los volúmenes importados, la disponibilidad de leche debería mostrar un crecimiento en relación al primer semestrepor al incremento estacional de la producción.
Esto podría cambiar la tendencia hacia el el segundo semestre del año.
El gobierno brasileño, en conjunto con el sector industrial lechero, están analizando restringir las importaciones de lácteos desde Uruguay y Argentina, para salvaguardar su industria nacional.
Los productores brasileños se enfrentan a un doble reto: los efectos climáticos y la presión de las importaciones.
Los productores del sur brasileño están alertas y preocupados por el impacto de las importaciones. Sus costos de producción suben, el precio de su leche baja, y esta competencia brutal voltea la rentabilidad de su negocio. Demandan la protección de su gobierno.
Peligra la economía de la región, ya que la producción de leche desempeña un papel clave en la generación de empleo y el comercio local.
A una situación ya difícil, se le suman los efectos de la recientes sequías que afectaron a la producción, que dejaron escasez de alimento para el ganado.
Las medidas proteccionistas que se esperan
Se espera que las autoridades estén atentas a estas realidades y adopten medidas para proteger a los productores locales, preservando el empleo y la economía rural.
Estas medidas podrian incluir políticas de incentivo y apoyo a los productores de leche de Rio Grande do Sul, como la reducción de impuestos y tasas, la disponibilidad de recursos y de asistencia técnica para mejorar la eficiencia de la producción y así reducir los costos de producción.
Sería muy útil también concienciar a los consumidores de la importancia de valorar y apoyar la producción local de leche, que en general ha ido disminuyendo a nivel país, mediante campañas publicitarias que fomenten el consumo de productos nacionales, haciendo hincapié en la calidad y el valor socioeconómico de elegir productos locales.
¿Por qué no es fácil aplicar políticas proteccionistas?
En el contexto actual, las medidas gubernamentales de protección parecen presentar complicaciones, ya que los gravámenes violan el acuerdo de Mercosur.
La posibilidad de acuerdos entre los países, como la limitación de las cantidades importadas, como ocurrió anteriormente con Argentina, parece menos probable en la actualidad.
Una de las cuestiones en juego es el interés del gobierno brasileño en mantener buenas relaciones con los países vecinos, como parte de su estrategia para posicionarse como un importante actor político regional.
No menos relevante es que la prioridad actual del gobierno brasileño es reducir los tipos de interés, y la continua reducción de la inflación desempeña un papel clave en este sentido, por lo que las medidas que puedan aumentar la inflación, como dificultar la entrada de leche más barata, no serán fácilmente implementadas.