La histórica cooperativa uruguaya, al borde del colapso, se vende sin precio por su planta pero con promesas clave para productores y empleados.
La histórica Cooperativa COLEMEC en una encrucijada crítica
La Cooperativa de Lechería de Melo (COLEMEC), fundada en 1932 y un ícono en el departamento de Cerro Largo, Uruguay, se encuentra en una situación crítica que ha llevado a una decisión trascendental. Tras una década de sostenida caída en el número de productores y en la productividad, actualmente solo 14 tambos remiten leche a la planta, con volúmenes diarios de apenas 11.000 a 12.000 litros. Esta cifra es notoriamente insuficiente para sostener una estructura industrial que emplea a cerca de 30 personas, lo que forzó a la cooperativa a buscar una salida urgente para evitar su cierre definitivo.
Un acuerdo sin pago por la planta, pero con grandes compromisos
Ante esta insostenible realidad, la asamblea de productores de COLEMEC ha aprobado la venta de su planta industrial a Visturio SA, una firma uruguaya con capitales argentinos, liderada por Osvaldo Spataro. El acuerdo, lejos de ser una transacción monetaria por la infraestructura, estipula que no habrá un pago directo por la planta. Sin embargo, Visturio asumirá la totalidad de los significativos pasivos financieros acumulados por COLEMEC, que se estiman en alrededor de US$ 800.000 con el Banco República, además de deudas con bancos privados, proveedores y transportistas, lo que representa un alivio crucial para la cooperativa.
Compromisos clave para productores y trabajadores
Más allá de la absorción de deudas, el compromiso del inversor argentino, Osvaldo Spataro, incluye medidas vitales para el sostenimiento de la cadena. Visturio S.A. se ha comprometido a cubrir los pagos atrasados a los productores, correspondientes a la leche entregada en abril, mayo y junio, un monto estimado en unos US$ 300.000. Además, un punto fundamental del acuerdo es el mantenimiento de la plantilla laboral actual de aproximadamente 30 empleados, una medida que busca amortiguar el impacto social de esta difícil transición para la industria láctea local y la economía regional de Cerro Largo.
Opciones descartadas y la desesperada situación previa
Antes de llegar a este acuerdo con Visturio SA, COLEMEC exploró otras alternativas para evitar la quiebra. Entre ellas, se evaluó un concurso de acreedores, una opción que inevitablemente habría significado el cierre total y definitivo de la planta. También se consideró una posible absorción por parte de Conaprole, el gigante lácteo uruguayo, pero esta posibilidad fue descartada, especialmente tras el reciente cierre de su propia planta en Rivera. La situación interna de COLEMEC era crítica: la cooperativa financiaba sus operaciones con fondos inicialmente destinados a proveedores, dejando a los productores endeudados y sin insumos básicos, lo que erosionó aún más la ya precaria actividad tambera local.
El futuro de la producción láctea en el noreste uruguayo
De concretarse este acuerdo, cuyo cierre se prevé entre 30 y 50 días, se espera que la planta de COLEMEC reciba una inyección de nueva inversión que permita reactivar la producción y recomponer la golpeada cadena láctea del noreste uruguayo. Sin embargo, persisten ciertas dudas sobre la capacidad de la planta para operar a plena capacidad y de manera sostenible si no se logra un impulso real y significativo a los tambos remanentes. Este rescate es vital para los productores lecheros de la cuenca de Tarariras y para asegurar la continuidad de una tradición lechera de casi un siglo en la región.