En la verde comarca de la zona rural de Galicia, Arzúa emerge como un destino que trasciende la producción quesera para convertirse en experiencia turística sensorial. Según National Geographic, esta localidad gallega ha sido definida como “el paraíso de los quesos” gracias a su tradición exclusiva en quesos de vaca —con el sello de la Denominación de Origen Protegida Queso Arzúa‑Ulloa a la cabeza—.
El queso Arzúa-Ulloa es el segundo más producido de España entre los quesos de vaca con DOP, con más de 3.200 toneladas anuales, lo que muestra tanto su escala como su relevancia.
El entorno acompaña: pastos húmedos, clima atlántico, ganadería tradicional y una cocina local profundamente impregnada del lácteo. Además, Arzúa se sitúa en uno de los tramos finales del Camino de Santiago, lo que le añade valor turístico para peregrinos que, además de ruta espiritual, buscan gastronomía.
Para el sector lácteo, esta combinación de “producto + lugar + experiencia” es remarcable: pone en valor la quesería de proximidad, la tradición y el turismo gourmet rural. Arzúa no solo vende leche o queso — vende historia, paisaje y sabor — y eso abre nuevas posibilidades de mercado: turismo lácteo, rutas de quesos, ventas directas al viajero, branded merchandise.
📎 Fuente: El Debate






