A este respecto, Asaja se pregunta si ese fomento del consumo se refiere a queso producido en España con leche de los ganaderos españoles, o si se refiere a queso producido en España con leche traída de otros países.
«No es de recibo que los dirigentes de Fenil pidan consumir productos que elaboran ellos en España apelando al patriotismo ciudadano, cuando nunca han tenido reparos para importar leche de países excedentarios europeos estrangulando así a las ganaderías españolas e impidiendo su rentabilidad», criticó Asaja.
El sindicato ha recordado que la producción de leche española cubre solo dos terceras partes del consumo y que la industria se la paga al ganadero con un diferencial de entre tres y cinco céntimos menos que el precio medio europeo.
«Pero incluso con estas condiciones si entran productos importados de fuera, es únicamente porque la industria láctea nacional no es competitiva y se han limitado a sobrevivir a costa de pagar poco al ganadero, hasta el punto de que las marcas más señeras han sido sancionadal», denuncia la organización.
Siendo Castilla y León una de las regiones con mayor peso en la producción de queso de toda España, Asaja realiza un llamamiento a las industrias lácteas para que de verdad se comprometan con el sector ganadero y equiparen los precios de la leche al menos con la media europea.
Una llamamiento en el que también ha solicitado el compromiso de las empresas lácteas a no traer leche de fuera si el sector ganadero tiene capacidad para proporcionársela. Asaja estima que en Castilla y León quedan 980 ganaderos de vacuno de leche, con una producción próxima al millón de toneladas de leche anuales.
Según el Observatorio de Precios Lácteos de la Comisión Europea, en abril la leche se pagó al ganadero español a 32,33 euros cada cien litros, al alemán a 34,91, al francés a 35,43, y en el conjunto de la Unión Europea se pagó a 34,23 euros por cien litros.