Hace tres años un porcentaje importante de empleados de la Cooperativa, en especial repositores, preventistas y empleados de diferentes centros de distribución quedaron en una nebulosa. No fueron despedidos, ni se les asignó tarea alguna. Dejaron de cobrar su sueldo regular y reciben 10.000 pesos por mes por parte de la empresa.

Esos mismos empleados fueron los que meses atrás recibieron una ayuda económica por parte de Atilra de 3.000 pesos, dinero donado por los empleados lácteos.

Luego de tres años casi sin novedades de parte del gremio o de la empresa el viernes fueron convocados (una parte de ellos) a una asamblea, donde desde Atilra se les notificó el plan de lucha que está por ponerse en marcha y las razones del mismo.

A los asistentes se les aseguró desde la conducción del gremio que hay un grupo inversor interesado en poner dinero en la empresa, pero que hay condiciones que se le piden al gobierno nacional que demoran ese desembarco. Esa demora por parte del Ejecutivo sería el detonante de las medidas que sucederían esta semana.

Desde Atilra se les aseguró a los trabajadores que su situación se resolvería en caso de destrabarse la negociación, ya sea con reincorporación real al trabajo o con la indemnización correspondiente al que no sea tenido en cuenta.

Estas asambleas se replicaron en todo el país, con reuniones asamblearias de 2 o 3 horas en diferentes plantas.