Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), la principal filial industrial y comercial de Central Lechera Asturiana (Clas), ha recuperado el liderazgo de la industria láctea de capital español por volumen de negocio tras haber sido destronada de esta posición en 2022 por Industrias Lácteas Asturianas (Ilas), fabricante de marcas como Reny Picot.
Capsa, fabricante de productos con las marcas Central Lechera Asturiana, Larsa, Ato y otras, facturó el año pasado 968,5 millones. Esta cifra solo es superada, como viene ocurriendo desde varias décadas, por Lactalis Iberia, la filial española de la multinacional láctea francesa Lactalis. Este grupo, propiedad de la familia Besnier, y que es el mayor grupo mundial con 270 fábricas en 51 países, también lo es en España, donde en 2023 facturó 1.688 millones, el 74% más que Capsa.
El volumen de negocio de Lactalis en España –donde cuenta con ocho centros de producción de leche y derivados lácteos– también superó la cifra de ingresos total del Grupo Central Lechera Asturiana, que sumó 1.054,7 millones al incorporar al negocio lácteo la facturación de otras actividades como la producción de piensos, comercialización de seguros, energía y otros.
Capsa se sitúa así como segundo fabricante en España y primero de capital nacional, además de ser líder por cuota de mercado marquista en las categorías de leche, nata y mantequilla, en las que su enseña Central Lechera Asturiana es la más vendida.
La recuperación del liderazgo entre los fabricantes de capital español se produjo tras un crecimiento del 8% en su facturación, mientras que Ilas redujo sus ingresos el 10% respecto a 2022, que fue un año récord para esta compañía naviega, en el que había experimentado un crecimiento espectacular del 31%, lo que le permitió aventajar entonces a la filial de Clas.
En los resultados de 2024 es previsible que Capsa persevere como mayor fabricante español, dado que en este ejercicio, y sin perjuicio del crecimiento orgánico de sus productos y marcas tradicionales, ya podrá consolidar el 100% de los resultados de su filial Lácteas Flor de Burgos, que en 2023 solo contribuyeron al resultado final con el 50% de su facturación y beneficio. A ello podrá sumar el 40% de los resultados que obtenga en el segundo semestre la empresa gallega Innolact (Quescrem) tras haber suscrito la compañía asturiana una participación del 40% el 16 de julio.
Capsa, con un beneficio de 26,3 millones en 2023, también superó en resultado neto a Ilas, que registró 6,7 millones. Ilas también había desbancado a Capsa en 2022 por beneficios, con un resultado entonces de 16,8 millones frente a los 5,14 millones que declaró ese año la filial de Clas.
Ilas es una empresa mucho más internacionalizada que Capsa y, a diferencia de ésta, cuenta con fábricas en el extranjero (Francia, México, EE UU y Polonia), por lo que sus resultados, una vez expresados en euros, están muy condicionados por el tipo de cambio de las divisas. El negocio exterior de Ilas ya supone el 51% del total de sus ingresos –más de la mitad– mientras que en el caso de Capsa –aunque sigue una tendencia creciente, mediante exportaciones– representa el 2,7% de la facturación total. Ambas compañías asturianas rebasan a los otros grandes fabricantes. El grupo vasco Kaiku –dominado por la suiza Emmi– vendió 583 millones (creció casi el 10%), y Pascual facturó con su negocio lácteo 581 millones (12% más).
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