La semana pasada nos enterábamos en EDN de un embargo que había llegado a las cuentas de una láctea bonaerense, el gremio reclama una vieja deuda y no acepta negociaciones por debajo del capital más intereses y punitorios. Averiguando un poco más, pudimos saber que ya son por lo menos cinco las empresas que en las últimas semanas se han encontrado con las cuentas bancarias embargadas.
Un empresario nos contaba off the record que pidió y obtuvo una reunión en las oficinas del gremio para tratar de ponerse al día, llevó un plan de pagos acorde a la realidad que vive su empresa, pero el resultado de la reunión no fue el esperado. No encontró ningún punto de negociación.
La replicación de esta modalidad es claramente una nueva estrategia del gremio para poder cobrar deudas que algunas empresas fueron acumulando estos años con los aportes extraordinarios adicionales a los que la ley obliga.
Un industrial nos indicaba cuáles son esos montos que se validaron en el último acuerdo salarial:
1- Fondo solidario: 5% del valor cat. A por mes por trabajador para cubrir “necesidades de esparcimiento, turístico, cultural del trabajador”
2- Fondo de subsidio: 1,5% de la cat. A por trabajador por mes destinado “necesidades del hogar del trabajador”.
3- Aporte permanente: $/mes 1.500 por trabajador empresa grande y $/mes 750 pyme, destinado a “Ingresos generales del sindicato”.
4- Aporte extraordinario por cierre paritario destinado a “ingresos grales. del sindicato” de $42.000 por empleado en el último cierre paritario.
Hay varias empresas del sector que tienen complicaciones para afrontar esos aportes, ya que además muchos de sus empleados están afiliados a otras obras sociales, diferentes a la del gremio, porque en sus regiones no hay atención de Ospil.