La Seccional General Rodríguez del sindicato Atilra (Asociación de los Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina) instaló un acampe en la madrugada del martes 24 de septiembre en la puerta de la empresa Lácteos Luján ante la suspensión de un trabajador que había protestado por la falta de pago de su salario.
Luego de 12 horas el empresario Mauricio Brecha dio marcha atrás con la suspensión del trabajador Federico Lipuma, y regularizó los pagos atrasados para con él y el resto de los trabajadores de la firma.
Alrededor de las 3:30 de la madrugada se instaló el acampe, sin obstrucción alguna, en la puerta de Lácteos Lujan, ubicada en la calle Lázaro Azpeitia 631 y poco después de las 17 horas del mismo día se lograba la reincorporación de Lipuma.
Brecha se comunicó con los dirigentes sindicales para regularizar la situación y envió los comprobantes de que había realizado el deposito en las cuentas sueldos no solo del trabajador suspendido, sino también de los otros 5 que también sufrían demoras en el pago.
Por la tarde concurrieron a una escribanía publica de Luján Federico Lipuma, la dueña legal de la firma y representantes de Atilra Seccional General Rodríguez para certificar que el trabajador efectivamente estaba siendo notificado de la marcha atrás de la suspensión y de la regularización de los pagos, por lo que Lipuma se reincorporara inmediatamente a su puesto laboral.
Heber Ríos, Secretario general del gremio, explicó que la medida se debió a la suspensión por cinco días de uno de los seis trabajadores con que cuenta la firma Lácteos Luján.
Al trabajador en conflicto, de acuerdo a lo expresado por Ríos, se le adeudaba salario y por esa razón no estaba cumpliendo con su labor. Ante esto, “le mandan vía WhatsApp una foto de la carta documento. Como no le llegó a su domicilio, se presentó para dejar constancia que le impedían ingresar a su puesto de trabajo y como siguieron con esa posición de no dejarlo ingresar nos hicimos presente para tratar de hablar con Mauricio Brecha, el dueño de la empresa”.
Las partes pudieron hablar, pero como el empresario se mantenía firme en su postura, Atilra tomó la medida de fuerza. “Esto viene de larga data”, manifestaba Ríos por la mañana, cuando aún no estaba resuelto el conflicto. “Cuando hicimos una inspección detectamos que el compañero que hoy está suspendido trabajaba en forma irregular. En el transcurso de los últimos tres años, lo intentaron despedir dos veces con carta documento formal, pero se retractaron ante la posición que adoptó esta organización gremial y porque no había ningún motivo ni justificación para despedirlo”, dijo el dirigente sindical.
Ríos comentó que el trabajador suspendido es objeto de discriminación y hostigamiento laboral. Algo que dejaron asentado en las diferentes audiencias con la delegación de la Secretaria de Trabajo de Luján. Además de no cobrar en tiempo y forma, el sindicalista marcó la persecución y el desgate: “Está reclamando lo justo, que le abonen el salario, lo persiguen para cansarlo, para que renuncie y se vaya. Hasta le propusieron un arreglo, pero lo que él quiere es laburar y laburar tranquilo”.
Ríos fue tajante y sostuvo que se quedaría en el acampe hasta que se regularice la situación: “Lo que argumenta el empresario es que la situación de la empresa no tiene rentabilidad. Uno es consciente lo que están viviendo las pequeñas empresas, pero sabemos que lo que él produce en esta planta le produce rentabilidad. Tienen una producción de acuerdo a la cantidad de trabajadores, que tranquilamente le pueden pagar el salario de convenio. Nos vamos a quedar acá porque acá hay una persecución, por estar afiliado a la organización sindical”.
Los trabajadores acompañaban el campe con carteles que decían: “Mauricio Brecha, dueño de Lácteos Luján ¡Negrero! Buscado por hostigamiento y estafa a sus trabajadores”, en solidaridad con el trabajador suspendido por reclamar lo que le corresponde.
Efectivamente, cuando comenzó el proceso de certificación en la escribanía el acampe fue levantado inmediatamente, marcando un nuevo triunfo del trabajo colectivo, la lucha y del acompañamiento de los trabajadores.