Desde marzo, los ganaderos productores de leche en Cataluña han tenido que sacrificar 2.000 vacas «por la crisis de precios por la que pasa el sector», según han denunciado desde la Unió de Pagesos, que culpa a las grandes distribuidoras y a sus marcas blancas de la situación de los ganaderos, que denuncian que no logran cubrir los costes de producción con los precios a los que se vende la leche.
Una situación que no es exclusiva de Cataluña, sino que denuncian ganaderos de toda España, que avisan que este sacrificio de vacas está reduciendo notablemente la producción de leche y alertan de una posible escasez en un futuro muy cercano. «Si esto sigue así podemos llegar a octubre o noviembre y que haya hasta escasez de leche, que no haya leche en el supermercado para comprar», advierte en declaraciones a THE OBJECTIVE Adoración Martín, responsable estatal del sector vacuno de leche de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos.
En el mismo sentido se pronuncia Marc Xifra, el responsable de vacuno de leche de la Unió de Pagesos catalana: «Como están las cosas, la gente está vendiendo carne en lugar de producir leche, por lo que va a haber muy poca leche en septiembre», advierte.
Según el último informe de declaraciones obligatorias de leche de vaca publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la producción de leche de vaca en junio a nivel nacional era un 2,71% menos que en junio de 2021. En cuanto al acumulado, la producción alcanzó las 3.772.872 toneladas en la primera mitad de año, lo que supone una producción un 0,83% menor a la acumulada en el mismo periodo del año anterior.
Además, el informe señala que el número de ganaderos con entregas sigue descendiendo: en junio de 2022 fueron 11.040; 778 menos que en 2021.
En cuanto al sacrificio de vacas, según los últimos datos del ministerio, el número total de bovinos llevados al matadero en lo que va de 2022 ha aumentado cerca de un 7% respecto al mismo periodo del año anterior. Aunque estas cifras no especifican el motivo del sacrificio, los ganaderos apuntan a que un gran número corresponde a las vacas lecheras que se venden por la imposibilidad de mantenerlas para continuar con la producción.
Una situación que afectará no solo al futuro cercano, sino también a medio plazo, pues los animales sacrificados ahora no serán repuestos próximamente. Incluso si se quisiera, desde que nace una vaca hasta que es productiva para el negocio lechero pasan unos tres años, explican los ganaderos.
«El problema está en la gran distribución»
Ganaderos de toda España coinciden en que los culpables de que no puedan cubrir los costes de producción y tengan que vender a pérdidas son los grandes distribuidores, que utilizan la leche como producto reclamo y, por tanto, ponen un precio demasiado bajo porque saben que compensarán con el resto de productos que compren los clientes atraídos por el mismo.
En 2021, antes de que la inflación se disparara y elevara los precios de forma notable, los ganaderos ya denunciaban que las grandes cadenas de distribución estaban vendiendo la leche por debajo del precio mínimo que se debería establecer para cubrir todos los costes desde la ganadería hasta el punto de venta. Así, según explica Xifra a este diario, el precio en 2021 debería de ser de 0,75 euros como mínimo, algo que no se cumplía en la mayoría de establecimientos, que marcaban un precio de algo menos de 0,6 euros.
En la actualidad, la leche de marca blanca cuesta en torno a 80 céntimos, pero los ganaderos aseguran que no han recibido la subida suficiente como para no vender a pérdidas, y mucho menos como para obtener beneficios. «Desde septiembre del año pasado la leche de marca blanca en el supermercado ha subido 21 céntimos, los ganaderos hemos recibido diez céntimos, ¿dónde están los 11 que faltan?», denuncia Ascensión Martín.
De todos los grandes distribuidores, tanto Martín como Xifra y las organizaciones que representan señalan a Mercadona como principal culpable de la situación que viven. «Es la principal cadena de distribución de leche de marca blanca, la principal culpable y responsable, por eso nos manifestamos frente a Mercadona», señala Martín. El motivo, que tiene la mayor cuota de mercado de leche líquida en España, apuntan ambos.
«Las grandes superficies como Mercadona nos han llevado al modelo de las macrogranjas, porque es la única manera de hacerla barata, y han querido hacerla tan barata que ya no es rentable ni para las macro ni para las micro», denuncia Xifra.
«Cuando un 60% de la leche se vende a 0,8 euros, es muy difícil que el que te la compre pague el precio que cuesta producirla, que cuesta 0,54 euros», explica.
«Esto es un problema de competencia, se miran los unos a los otros para poner el precio, no miran los costes de producción, es un problema de destrucción de valor de todo un sector», critica Xifra, que asegura que se va a convertir en «un problema social» porque «la comida va a ser más cara si la deslocalizamos».
Por su parte, desde la distribución aseguran que el mercado de la leche está muy regulado y que no es posible comprar a los productores por debajo del precio que cubra los costes de producción, según afirman fuentes del sector consultadas por este diario.
Por otro lado, desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), denuncian que se acuse a las cadenas de supermercados de esta situación. «Nosotros compartimos la preocupación de los productores, también de los ganaderos de leche, que están sometidos a una presión muy grande por el incremento de los costes fundamentalmente derivados de los piensos y de los productos dependientes del cereal para la alimentación animal, lo que no compartimos en absoluto es que sea responsabilidad de la distribución», dice en declaraciones a THE OBJECTIVE Ignacio García, director general de Asedas.
Asegura que «la distribución, como todos los eslabones, está actuando frente a esta crisis de una manera muy responsable» e insta a las organizaciones a denunciar «cualquier irregularidad en un sector tan regulado como este».
La ley de la cadena alimentaria no se aplica
Esto ocurre, denuncian los ganaderos, porque la ley de la cadena alimentaria, cuya última reforma se aprobó en diciembre de 2021, no está funcionando. «Está la ley sobre la mesa, pero como se hace uso de ella ni se sanciona en condiciones, como hay que sancionar, pues la gente no la cumple», afirma Martín.
El objetivo de esta norma es evitar que agricultores y ganaderos vendan sus productos por debajo del precio de coste, pero su aplicación sigue sin ser efectiva. «Si a mí me cuesta producir un litro de leche 52 céntimos, yo tendré que cobrar como mínimo esos 52 céntimos, más el beneficio y el margen empresarial. Para que esto se sostenga en el tiempo, el litro de leche hoy al ganadero se le tenía que estar pagando como mínimo a 60 céntimos», señala Martín.
«No se puede poner el precio de arriba hacia abajo», añade esta ganadera, que acusa al ministro de Agricultura, Luis Planas, de no cumplir con su trabajo al no imponer medidas para la vigilancia del cumplimiento de esta norma.
Por su parte, Xifra añade que la ley debería establecer también dónde se sitúa la posición de dominio para poder determinar así si una empresa o cadena está abusando de la misma. «El problema no es que Mercadona tenga un 33% de la cuota de mercado, ni un 50%, el problema es que abuse de ella. Si tú no defines la posición de dominio, no puedes decir si alguien está abusando de ella», opina.
«Al final el resumen es que o se vende la leche en el super al precio más barato que se pueda, pero al precio que toca, al que cuesta, o esto es pan para hoy y hambre para mañana porque en septiembre no tendremos leche», concluye.