A fines de noviembre, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech, les había manifestado a las gremiales lecheras que el gobierno carecía de recursos para atender sus planteos, tendientes a mejorar la actividad económica de los tamberos.
Pero este martes, el precio de la leche fresca tarifada subió a $ 27 al público, tras una resolución del Ministerio de Economía y Finanzas después de que el subsecretario, Pablo Ferreri, mantuviera varias reuniones con los principales representantes del toda la cadena láctea.
Esto se suma a la quinta suba consecutiva para los precios internacionales de los lácteos en el índice global de valores lácteos, que aumentaron un 6,7% en relación al evento anterior, en lo que fue que fue la primera licitación de febrero. Además, en enero de 2019 el valor de las exportaciones en el sector lácteo fue un 33% superior al del mismo mes de 2018.
Eso responde, principalmente, al aumento importante en la cantidad colocada de leche en polvo entera y manteca, aunque eso se produjo con precios menores, según se informó a El Observador desde el Instituto Nacional de la Leche (Inale).
Luces amarillas
Sin embargo, aún hay luces amarillas que preocupan. Este martes el presidente de Conaprole, Álvaro Ambrois, señaló en el programa Lechería en Uruguay de Radio Oriental que en contrapartida a lo que indica la historia de la empresa, sumado al ejercicio pasado que dio números rojos, en este período se va en la misma dirección, con un resultado parcial del primer semestre cerrado al 31 de enero “con números negativos”.
A pesar de que la empresa tuvo una utilidad contable de US$ 58,8 millones al cierre del ejercicio en julio de 2018, esa rentabilidad fue volcada de forma anticipada a primas de precios en la leche para los productores, por lo que en definitiva el resultado fue negativo. Al traspasarse a cuenta en el sobreprecio pagado a los socios cooperarios el resultado final fue de una pérdida de alrededor de US$ 8 millones.
“Tenemos una enorme preocupación por la situación que se está viviendo, como es público estamos ante una coyuntura bien compleja. Sabiendo las dificultades jugamos un poquito más de lo prudente y lo asumimos con absoluta responsabilidad porque somos conscientes de las dificultades de los productores”, comentó el ejecutivo de la principal empresa exportadora del país.
De todas formas, Ambrois apuntó que “felizmente” ahora hay indicios de que los mercados están dando un poco más de fluidez, debido en parte a estos últimos cinco remates de Fonterra que han marcado un cambio de tendencia.
“Todos sabemos que Conaprole depende mucho de los mercados internacionales dado lo que exporta la empresa al mundo”, explicó. Conaprole comercializa aproximadamente el 30% de lo que produce al mercado interno y el resto es exportado.
El traslado del precio
La suba del precio de la leche fresca concretada este martes respondió en buena medida a uno de los reclamos más importantes de los tamberos, dado que entienden que el precio de la leche al consumo está atrasado desde hace varios años en relación al Índice de Precio al Consumo.
El aumento establece que la retención para el Fondo de Garantía para Deudas de los Productores Lecheros (Fogale) sera de $1,52 (era de $1,39) por litro de la leche tarifada vendida.
De lo restante, una de las preocupaciones centrales en el sector es como canalizar hacia los productores ese dinero y cuánto será destinado a los tamberos y qué parte corresponderá a la industria.
Según explicó a El Observador el presidente del Instituto Nacional de Leche, Ricardo De Izaguirre, la suba respondió también a resultados de la paramétrica que arrojó la necesidad de un aumento para amortiguar los costos industriales y también los de distribución (transporte).
Lo problemático para Conaprole, es que el peso de la leche fresca que se industrializa en relación al total de remitida, representa apenas el 7%.
Ambrois señaló que igualmente Conaprole es el que paga mejor el precio en Uruguay y si se mira la región (Argentina y Brasil) también se destaca.
“Además, somos muy exigentes y si nos comparamos con los precios que paga Fonterra, en el último período de una serie de muchos años Conaprole también se diferenció. Pero una cosa son los ingresos y otra los costos, y lamentablemente hay costos país que uno no los puede manejar. Sin embargo, hay líneas de financiamiento operativas para los productores (Prolesa y Proleco), pero deben ser manejadas responsablemente. Es importante que se sepa que hay márgenes de maniobra”, finalizó Ambrois.