Importaciones en alza pese a la crisis del sector
El ingreso de lácteos importados no da tregua en Colombia. Según datos oficiales, entre enero y agosto de 2025 el país importó más de 49.000 toneladas de leche y derivados, lo que representa un incremento del 13 % respecto al mismo período del año anterior.
El aumento preocupa a los productores locales, que enfrentan caídas en los precios al productor, altos costos de alimentación y bajos márgenes de rentabilidad. Mientras tanto, los consumidores siguen optando por productos más baratos provenientes del exterior.
Principales orígenes de la leche importada
Los mayores proveedores son Estados Unidos, Chile y Bolivia, que consolidan su participación en el mercado colombiano gracias a acuerdos comerciales vigentes y precios internacionales más competitivos.
Solo desde Estados Unidos, las compras superaron las 17.000 toneladas, seguidas por más de 10.000 desde Chile.
Este flujo creciente se da en un contexto global de excedentes lácteos, lo que presiona a la baja los valores del mercado internacional y facilita el ingreso de productos a menor precio.
Impacto sobre la producción nacional
Las organizaciones ganaderas advierten que esta tendencia está afectando a miles de pequeños y medianos productores. El ingreso masivo de leche en polvo y derivados desplaza la producción local, especialmente en regiones donde los costos de logística y alimentación resultan más altos.
Desde el gremio lácteo reclaman medidas de defensa comercial y una política activa que equilibre las importaciones con la protección del productor nacional, recordando que el sector genera más de 700.000 empleos directos e indirectos en el país.
Un desafío estructural para la competitividad
Expertos señalan que el problema no se limita a las importaciones coyunturales. El desafío de fondo está en fortalecer la productividad, la infraestructura de frío, la calidad sanitaria y el acceso al financiamiento, aspectos clave para competir en igualdad de condiciones frente a los grandes exportadores.
La avalancha de productos importados reabre así un viejo debate sobre el equilibrio entre la apertura comercial y la sostenibilidad de la producción local, en un mercado regional cada vez más integrado y competitivo.
Fuente: CONtexto Ganadero






