Las paritarias del sector privado avanzaron con nuevos acuerdos. Después de un paro de 24 horas la semana pasada, el gremio lechero selló anoche una suba del 27% por nueve meses y fondos para la obra social, mientras la Federación de la Industria de la Carne acordó un 28% por 10 meses.
Las negociaciones reflejan el descongelamiento progresivo de los salarios, después de un primer semestre sin cambios en buena parte de la actividad privada, incluso en aquellos rubros que estuvieron activos desde el inicio de la pandemia y que ahora empezaron a recomponerlos.
En la agroindustria, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (ATILRA) acordó con la Cámara de la Industria Lechera (CIL) y la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel) un aumento en julio del 13,6%, junto con bonos no remunerativos (4% en agosto y septiembre, el 8% en octubre y noviembre, y el 12% en diciembre) y un incremento del 12% en enero.
El esquema incluye además una suma compensatoria no remunerativa de $12.000, dividida en tramos de $3.000 durante agosto, septiembre, octubre y noviembre. Con esos montos equivalentes al 1,5%, la paritaria totalizó una suba del 27,1% y quedó sujeta a la aprobación de las asambleas del sindicato liderado por Héctor Ponce y las cámaras empresarias.
Asimismo, las empresas otorgarán $12.000 por cada trabajador en seis cuotas de $2.000 entre noviembre de este año y abril del próximo para los “servicios de salud, educación, cultura y acciones solidarias”. Este punto era el que trababa la paritaria ya que el gremio exigía una suma de $16.000 y los empresarios ofrecían $8.000.
En el sindicato, sostienen que los aportes por $336 millones apuntan a recomponer los fondos de la obra social OSPIL para atender a 100.000 beneficiarios, luego de que en la gestión de Mauricio Macri se vieron forzados a reducir dichas contribuciones.
Las negociaciones fueron tensas a tal punto que el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, tuvo que intervenir anoche para evitar nuevas medidas de fuerza.”Aceptamos lo inevitable para evitar un paro salvaje”, señalaron desde el sector privado.
Por otra pate, la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus Derivados acordó un 11% adicional con las cámaras empresarias de carnes rojas hasta enero del 2021, lo que sumado al 17% por mayo, junio y julio, totalizó un incremento del 28% por 10 meses.
De esta forma, el gremio conducido por Alberto Fantini volverá a reunirse en febrero y marzo de 2021 con el sector privado para evaluar la evolución de la economía y hacer una revisión de cara a los dos últimos meses de la paritaria.
La Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Carne y Afines (FESITCARA) encabezada por Gabriel Vallejos, en tanto, se declaró en estado de alerta en las últimas horas para exigir una urgente recomposición salarial y el pago de un bono por el trabajo realizado durante la pandemia.
El acuerdo salarial vigente venció el pasado 31 de julio y desde esa fecha, según Vallejos, “los empresarios no han dado ninguna respuesta a nuestros pedidos, pese a nuestros continuos reclamos”. También demandan medidas de seguridad ante los numerosos contagios registrados en frigoríficos.
“Queremos que el empresariado asuma el compromiso legal de velar por la seguridad de sus empleados y denuncie en todos los casos a la ART correspondiente el personal infectado por el virus, lo que en muchos casos no realiza para evitar que se le incremente la alícuota que le pagan a las ART”, advirtió.
Por la postergación de las negociaciones salariales, hasta ahora un 12% de los trabajadores formales tuvo paritarias. En las últimas horas, el gremio de Sanidad acordó sumas fijas de entre $4.000 y $7.000 y un 22% de aumento desde enero próximo para 400.000 empleados, según informó Ámbito.
