Como reflejo del comportamiento del mercado global de commodities y, en particular, de los lácteos, la medida es esperable. La industria ha hecho un gran esfuerzo por mantener el precio de la materia prima durante los meses recientes. No obstante, las disminuciones de los valores internacionales conducirían a evaluar a fondo esa estabilidad durante los próximos meses.
Sin ir más lejos esta semana la plataforma GDT experimento una nueva caída del precio promedio, así como de los cuatro rubros de interés comercial para la cadena láctea de valor nacional.
Respecto a las variables usuales, sin soslayar lo que ocurre en el gran escenario, continúan con un panorama razonablemente aceptable. Las exportaciones de lácteos registraron un leve descenso interanual de 2% y
totalizaron US$ 70 millones en el último mes analizado y si se considera lo ocurrido en el primer semestre de 2023, se observa que las ventas al exterior de todos los productos crecieron 6% respecto a igual período de un año atrás, alcanzando los US$ 432 millones.
En lo que refiere a las remisiones, en general el panorama viene mejorando en todas las industrias. En el caso de Conaprole, la recuperación se ha acelerado según surge de la comparación mes a mes contra los registros del año pasado.
En el mercado internacional, lo más alentador parece ser una leve reactivación de las compras chinas. En efecto, las importaciones de lácteos bajaron significativamente el año pasado respecto al récord registrado en 2021.
Esa tendencia a la baja continuó con firmeza durante los dos primeros meses de este año. No obstante, a partir de marzo los volúmenes importados por China se equilibraron.
Según un artículo del Observatorio argentino Ocla, en mayo el volumen de productos lácteos importados por China tuvo una suba interanual del 1,9%, y en litros de leche equivalentes del 9,3%, repunte atribuible a la leche en polvo.
Si lo que la conducta de los chinos iniciada en marzo se mantuviera o se acentuara en los próximos meses, todo el escenario internacional recibiría el hecho con impacto. Para los intereses de la cadena láctea de valor uruguaya sería una magnífica noticia, máxime cuando el panorama del actual principal cliente –Brasil– aparece sumamente complicado por razones estacionales -como ocurre cada año- y además por las presiones de las organizaciones industriales y de la producción sobre el gobierno de Lula para que ponga freno a las compras de lácteos en Argentina y Uruguay.