Si eres de los que nada más despertarse, va a la cocina a por un vaso de leche, debes estar muy atento a esto. Y si eres, por el contrario, de los que ha decidido eliminar de tu dieta la leche de origen animal, también debes estarlo. Porque en Fin de Semana hemos hecho un recorrido por los beneficios que tiene incluir en nuestra alimentación la leche animal, de vaca, de cabra o de oveja, y lo que puede suponer priorizar bebidas vegetales.
Y todo parte porque, en realidad, en los últimos años está descendiendo el consumo de la leche con origen animal. Fíjate en los datos: en el año 2000, cada español consumía unos 100 litros de leche anuales y, a día de hoy, están en torno a los 70 litros. De hecho, según la Federación Nacional de Industrias Lácteas, casi todos los hogares compran productos lácteos, pero hay unos seis millones de familias que han reducido, en los últimos tiempos, ese consumo un 40%.
Paula Rodríguez es vocal del Colegio Profesional de Dietistas de Madrid explicaba que este repentino consumo de bebidas vegetales “va asociado al incremento del consumo de otro tipo de bebid y ha desplazado a este consumo de la leche. En las alegerias sí la vamos a retirar, pero si dejamos de consumir lácteos vamos a ser propensos a crear estas intolerancias” explicaba. Por lo tanto, un motivo para consumir la leche de origen animal en nuestra dieta.
Si bien muchos expertos creen que las leches vegetales nunca van a sustituir a las de origen animal, como hace Ramón Artimé, ganadero de Asturias, lo cierto es que tienen más beneficios las de origen animal, como explicaba Paula Rodríguez.
“Los lácteos y la leche son una excelente fuente de protenínas y nutrientes, sobre todo el calcio” apuntaba. Otro motivo más para incluirla en nuestra alimentación. ¿Qué cantidades de leche debemos tomar? Nuestra experta avisa de que debemos incluir “dos o tres raciones de lácteos al día, incluyendo la leche con unos 250 mililitros, que equivale a un vaso. Esto también para embarazadas y personas mayores, aunque los adolescentes deberán tomar una cantidad mayor” contaba.
¿Otro motivo para incluir la leche animal? Pues que, al contrario de lo que se piensa, ni engorda ni tiene mucho azúcar. Es más, es la lactosa la que contiene azúcares naturales, beneficiosos para la salud.
Desmontando falsos mitos sobre la leche de origen animal
Uno de las leyendas urbanas que más circulan últimamente, es que la leche animal engorda, algo que el nutricionista Pablo Ojeda, desmiente en Fin de Semana. Y es que dice que la leche animal tiene muchos beneficios, como que contiene proteínas de alta calidad, mucho calcio, y muchas vitaminas.
¿Cuál, de todos los tipos que consumimos, deberíamos incluir? Pues, según él, nada como la leche entera. Y no, no es antinatura seguir consumiendo leche de origen animal después de nuestro “destete”, es una falsa creencia, porque esta nos aporta muchos nutrientes necesarios para nuestro funcionamiento.
Otro falso mito: No, la leche que consumimos envasada no contiene restos de antibióticos ni hormonas. Beatriz Robles es experta en seguridad alimentaria, y nos contaba que “todos los alimentos en la UE están controlados y se respetan unos plazos de espera, la que llega a la industria se controla, es falso”
Pero, ¿es tan malo consumir bebidas vegetales? No, no lo es, pero no podemos llamarla leche, aunque la utilicemos con los mismos fines que la de origen animal. “Legalmente es erróneo, y, nutricionalmente, no tiene nada que ver” nos explicaba Beatriz Robles.
Si por algún casual no te queda más remedio que sustituir la leche de origen animal, como recuerda el nutricionista Pablo Ojeda, la leche de soja “es la más completa que hay” explicaba. También tiene nutrientes, minerales y vitaminas, además de un menor porcentaje de grasa. Aunque, eso sí, debe servir para complementar nuestra alimentación, no como sustitutivo.