La falta de leche de fórmula para bebes y niños en Estados Unidos se ha convertido en otro dolór de cabeza para la administración de Joe Biden y en un nuevo elemento para explicar la caída en la popularidad del gobierno demócrata.
La escasez es consecuencia del cierre del principal laboratorio fabricante de leche de fórmula en el país, pertenenciente a la firma Abbot, en Michigan. La instalación industrial fue suspendida temporalmente por el agente regulador estadounidense, al detectar una posible contaminación en el producto final.
Desde hace semanas la Casa Blanca intenta reponer la leche de fórmula en supermercados y farmacias y ha confirmado acuerdos para tal fin con Australia, Alemania y Reino Unido que le permiten elevar la importación de los insumos necesarios.
El tema no será ajeno a la Cumbre de las Américas y, de hecho, explica en buena medida la presencia del secretario de Salud, Xavier Becerra, que antes de ser funcionario de Biden era fiscal general en California y luego congresista por este estado.
Integrantes de la delegación chilena en la Cumbre, encabezada por el presidente Gabriel Boric, dijeron a LPO que la falta de leche infantil será un tema a conversar con Becerra porque el país sudamericano tiene capacidad de exportar hacia Estados Unidos los insumos para este producto (además ambos países tienen un acuerdo de libre comercio). Un tema que también toca de cerca a México que es el principal exportador hacia Estados Unidos de dichos bienes.
Boric llega a la Cumbre con un equilibrio que implica cuestionar la ausencia de Cuba, Nicaragua y Venezuela pero al mismo tiempo asistir al foro regional. Cuidar la relación con los demócratas tiene sentido porque su principal estratega es el actual embajador chileno en la OEA, Sebastián Kraljevich, quien, tal como reveló LPO, tiene la aspiración de construir un futuro en ese organismo.