Más de medio millón de litros de leche están en riesgo de pérdida por protestas en las principales vías de la región andina.
La industria láctea en Colombia enfrenta una grave crisis logística a causa de los bloqueos viales en el departamento de Boyacá. Las protestas, protagonizadas por mineros y comunidades locales, han paralizado el flujo de transporte en corredores clave, como la vía que conecta Sogamoso y Nobsa. Esta situación crítica ha puesto en jaque la cadena de valor de la leche, generando una inmediata preocupación por la posibilidad de desabastecimiento en centros urbanos importantes, incluida la capital, Bogotá.
El principal efecto de estos cierres viales es el estancamiento de la recolección de la leche cruda. Los carrotanques de las empresas procesadoras no pueden llegar a las fincas de los productores lecheros para recoger la producción diaria. Como resultado, más de 500.000 litros de leche, un volumen vital para el abastecimiento nacional, están represados y en inminente riesgo de perderse. Esto no solo detiene la operación de la industria, sino que también crea una situación desesperada para miles de pequeños y medianos productores.
El impacto económico para el sector primario es devastador. La leche, al ser un producto perecedero, tiene un tiempo limitado antes de volverse inservible si no es procesada adecuadamente. La pérdida de estos miles de litros representa un golpe financiero directo a los ganaderos, que ven cómo su trabajo diario se desperdicia sin remedio. Esta situación no solo afecta a los productores individuales, sino que también pone en aprietos a grandes procesadoras como Alpina, Colanta y Alquería, que dependen de esta materia prima para su producción.
La interrupción en la cadena de suministro en Boyacá tiene ramificaciones mucho más allá de la región. El departamento es uno de los principales centros de producción lechera del país. La incapacidad de la industria para procesar esta leche genera un efecto cascada que amenaza con provocar un desabastecimiento significativo en los anaqueles de supermercados en Bogotá y otras ciudades. Esta crisis evidencia la vulnerabilidad de la seguridad alimentaria frente a este tipo de conflictos sociales recurrentes en el país.
Ante la emergencia, las autoridades locales y nacionales, a través del gobierno departamental, han intentado mediar en la situación para liberar las vías. El objetivo es claro: restablecer el flujo de camiones cisterna y garantizar la recolección de la leche antes de que se pierdan más volúmenes y el impacto económico y social se agudice. Resolver este bloqueo es crucial para la estabilidad del sector lechero colombiano y para evitar una crisis de suministro de productos básicos para la población.
Fuente: Infobae Colombia