El boom importador
Para los fabricantes locales no solo se achica la torta, sino que también el reparto es distinto: las importaciones de alimentos, que se vienen incrementando desde mediados del año pasado, crecieron un 87% interanual en enero y batieron un nuevo récord, según datos del Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino.
Las firmas detectan un componente distinto al de la convertibilidad. En aquel momento el furor de importados en las góndolas estaba muy enfocado en productos premium o que no se producían en Argentina. En este caso, el fenómeno está más enfocado en artículos que entran a bajo costo por el atraso cambiario, como leche desde Uruguay o fideos de Albania.
El salto de las importaciones excede al rubro alimentos. En el sector textil e indumentaria se está dando una reconversión forzosa, de fabricantes a importadores: “Las ventas se volvieron a frenar a principio de año y los costos están disparados, acabo de mandar un a hacer un prototipo en China, para ver si puedo mejorar la ecuación”, confesó a este medio el titular de una reconocida marca. Para sumar incentivos a este fenómeno, el Gobierno bajará aranceles en el sector.
Más máquinas apagadas
Un reciente informe de la Fundación Observatorio Pyme da cuenta de que el panorama es poco alentador para el sector productivo. Solo el 16% de las 421 firmas consultadas espera incrementar su ocupación y menos del 35% tiene previsto incrementar sus inversiones.
Todo esto después de un año que cerró con un descenso del 10% en la producción y del 15% en ventas deflactadas. Por eso “el 2024 terminó con la segunda mayor caída de la producción luego de la pandemia y también la segunda mayor caída del empleo, sólo superado por la caída del año 2009 en el marco de la crisis internacional”.
En Observatorio Pyme alertan por el “proceso de destrucción de empleo” y los industriales creen que lo peor no pasó. Los metalúrgicos comienzan a ver el párate fuerte en los primeras líneas proveedores de los diferentes sectores con mucho reemplazo de producción nacional por bienes importados.
El dato anticipado de la Asociación de Industriales Metalúrgicos enciende una nueva señal de alerta: el uso de la capacidad instalada en el sector volvió a caer y en estos momentos ya perforó el 50%. Es decir que la mitad de las máquinas se encuentran apagadas en ese rubro.