Brasil produce suficiente leche para su mercado interno, pero sigue importando. Te contamos las causas estructurales del fenómeno.
Una paradoja en el mercado lácteo brasileño
Brasil es el quinto productor mundial de leche y cuenta con más de 1,2 millones de tambos distribuidos en todo el país. Sin embargo, las importaciones de leche en polvo, quesos y otros derivados crecen año a año, generando preocupación entre los productores nacionales.
El país produce lo suficiente para cubrir su consumo interno, pero enfrenta problemas de competitividad y costos que lo llevan a depender de la oferta externa.
Costos, logística e ineficiencia industrial
Los especialistas señalan que la cadena láctea brasileña tiene altos costos de producción —por alimentación, energía, transporte e impuestos— que la vuelven menos competitiva frente a los precios de los países del Mercosur.
En paralelo, la industria láctea nacional arrastra dificultades logísticas y estructurales que afectan su eficiencia. La baja productividad en algunos tambos y la falta de incentivos para la modernización tecnológica profundizan el problema.
El rol del comercio exterior
La leche en polvo de Argentina y Uruguay llega a Brasil a precios más bajos, impulsada por el tipo de cambio y los acuerdos del Mercosur. Esta situación provoca una presión adicional sobre los productores locales, que reclaman políticas para equilibrar la competencia.
Además, los importadores aprovechan los períodos de baja estacional en la producción brasileña para cubrir la demanda de la industria y los grandes centros urbanos.
Efectos sobre los productores
Las gremiales rurales advierten que la creciente dependencia de las importaciones desincentiva la producción nacional y amenaza la sustentabilidad de pequeños y medianos tambos.
Aunque el gobierno ha implementado medidas de control y vigilancia sanitaria, los productores reclaman un plan estructural de competitividad, que incluya incentivos fiscales, mejoras logísticas y políticas de precios que aseguren rentabilidad.
Un desafío pendiente
El debate sobre las importaciones de leche en Brasil refleja una paradoja: el país tiene capacidad productiva, pero no logra convertirla en autosuficiencia comercial. Resolver esta contradicción requerirá más que proteccionismo: se necesitan inversiones, tecnología y políticas de largo plazo que fortalezcan la industria láctea nacional.
Fuente: TodoAgro






