El 11 de agosto de 2025, Brasil decidió no aplicar medidas antidumping provisionales sobre las importaciones de leche en polvo entera y descremada provenientes de Argentina y Uruguay, manteniendo el flujo comercial entre los socios del Mercosur.
La resolución fue publicada en el Diário Oficial da União y cerró, al menos de forma temporal, un capítulo de tensiones que había puesto en alerta a los exportadores del Cono Sur.
Sin embargo, la noticia no llegó acompañada de una apertura plena. Sigue vigente el Decreto Nº 11.732/2024, que otorga créditos fiscales y beneficios tributarios a la producción nacional de lácteos, creando una ventaja competitiva para la industria brasileña frente a la importada.
En la práctica, este esquema mantiene un diferencial de costos que, según exportadores argentinos y uruguayos, “opera como una barrera indirecta”.
Impacto para Argentina y Uruguay
Argentina y Uruguay representan juntos cerca del 60% de las importaciones brasileñas de leche en polvo, con envíos que en 2024 superaron las 150 mil toneladas. La decisión de Brasil de no imponer aranceles adicionales evita un impacto mayor en el comercio bilateral, pero el escenario sigue siendo de competencia desigual.
Aunque se preserva la entrada de producto, la política fiscal brasileña actúa como un freno a la dinámica natural del mercado.
Repercusiones internas en Brasil
Para los productores brasileños, la decisión fue vista como una oportunidad para seguir presionando hacia un modelo más proteccionista.
En Brasil persiste una visión extendida en el sector agropecuario que apunta a la necesidad de fortalecer la producción local y reducir la dependencia de lácteos importados, señalando que en muchos casos ingresan a precios que no reflejan la estructura de costos interna.
Los consumidores, por su parte, podrían continuar enfrentando precios más altos que los observados en el mercado internacional, ya que el decreto favorece el abastecimiento interno pero reduce la competitividad de la oferta externa.
¿Hacia dónde se mueve el Mercosur?
Esta decisión mantiene la tensión comercial en un delicado equilibrio: sin aranceles antidumping que bloqueen el flujo, pero con un esquema tributario que inclina la balanza hacia adentro.
Argentina y Uruguay evalúan, según fuentes del sector, si avanzar con gestiones diplomáticas dentro del Mercosur para discutir la vigencia del Decreto Nº 11.732/2024.
La pregunta de fondo es si Brasil está construyendo una protección “blanda” que le permite mantener abastecido su mercado sin exponerse a cuestionamientos legales por medidas antidumping.
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