Se espera que entre noviembre y diciembre se implementen los financiamientos, se tomen los vales, y a partir de abril empiece a repagarse en 48 cuotas. La tasa de interés es del orden del 6,5%.

El monto que le corresponde a cada productor lo va a informar Proleco a República Microfinanzas, para instrumentar el vale correspondiente. El presidente del BROU enfatizó que este crédito es voluntario, a diferencia del Fondo de Financiamiento de la Actividad Lechera (FFAL), que era obligatorio.

El jerarca anunció que para los productores que no remiten a Conaprole se está trabajando en algunas soluciones, que implican básicamente modificaciones al Fogale, con algunas garantías adicionales, que permitan generar algún mecanismo parecido.

De todos modos, remarcó que el banco “tiene las puertas abiertas para todos los productores, para encontrar soluciones caso a caso”. El productor debe tener su carpeta de crédito, pero “tenemos la voluntad de dar financiamiento en las mismas condiciones”, afirmó.

Se estima que el monto total de este financiamiento puede llegar hasta US$ 50 millones, considerando los remitentes de Conaprole, y unos US$ 20 millones para otros productores.

El nuevo fideicomiso atiende la inquietud de los productores ante los compromisos financieros de corto plazo que generó la sequía, luego la caída de precios de los productos lácteos y después el exceso de lluvias en otoño, que generó una menor remisión de leche a planta.

Los resultados económicos de las empresas de Fucrea muestran que la lechería fue el mejor rubro de la producción agropecuaria en el reciente ejercicio, “pero eso no quita que la situación financiera sea compleja”, admitió el presidente de Conaprole, Gabriel Fernández.

Dijo a Agro de Búsqueda que por eso la cooperativa trabajó con el BROU, “para generar algo que le diera la posibilidad al productor de tomar una alternativa que le sacara esta asfixia financiera, tomar decisiones adecuadas y seguir produciendo en buenas condiciones”.

Conaprole y el BROU hicieron un análisis conjunto de la situación de los productores, de su nivel de endeudamiento y la remisión. “Trabajamos juntos para evaluar lo que debían los productores a la banca, ese dato está disponible en el Banco Central del Uruguay, el BROU tiene una participación muy importante, también vimos otros créditos, además del endeudamiento con Prolesa y con Conaprole”, describió.

“Entendimos que había grandes posibilidades, porque el negocio sigue siendo rentable”, agregó. Así se determinó el monto máximo “razonable” para este crédito, y que fuera opcional.

Explicó que “si todos los productores de Conaprole lo toman, el monto sería de unos US$ 50 millones”, aunque consideró que “obviamente no va a llegar ni cerca de eso”. Señaló que el monto sería similar al de un FFAL, pero en este caso no está la condición de obligatoriedad de aquellos créditos.

El rol de Conaprole

Una de las funciones de Conaprole para la creación de este fideicomiso fue brindarle al BROU la certeza de un monto mínimo, porque la herramienta tiene costos, y si no se llegan a cierto nivel de crédito lo hacen inviable, porque las tasas quedan en niveles muy altos.

Por lo tanto, si no se llega a determinados niveles, Conaprole va cubriendo con créditos que toma para sí, para que el fideicomiso llegue a los montos necesarios para ser viable.

Además, la cooperativa participó con toda la información y estructuración del fideicomiso. Los plazos, las cuotas, los límites por productor. Y también la cooperativa oficia como un puente de garantía, a través del capital lácteo del productor. “Sería como una especie de Fogale que hace Conaprole, que al BROU le genera certezas”, explicó Fernández.

Por otra parte, está la operación de Proleco y el área de productores, que firma los vales, genera la documentación y los expedientes y hace de ventanilla de pago. Y luego Conaprole es el agente de retención, otro rol fundamental de este mecanismo.

Fernández explicó que los deudores de las categorías 4 y 5 del BROU “quedan afuera de este fideicomiso”. Y que tendrán que solucionar su situación en el banco, para que después se pueda evaluar la viabilidad de acceso al crédito.

“Estamos trabajando para que se terminen de firmar todos los contratos y que quede todo armado, para que el primer desembolso se pueda hacer en la primera quincena de diciembre, y generar una ventana que pueda ser en diciembre, febrero y marzo, por ejemplo”, declaró el presidente de la cooperativa.

Saldo deudor. Fernández admitió que el nivel de saldo deudor de productores a Conaprole “es un poco más alto” de lo que normalmente es a esta altura del año. Destacó que la primavera “sirvió para pagar mucha comida que se había hecho”. Recordó que “se habían corrido pagos de raciones, mucha asistencia financiera fue a reservas, que en la primavera pasada se hizo mucho, y fue mucho dinero, tanto en concentrados como en reservas, más los planes que Prolesa hizo, de fertilizantes y semillas”.

Consideró que “en la mayoría de los casos esas deudas se van a terminar eliminando, pero el problema es que las cuentas van a quedar muy magras para encarar el otoño”.

Estimó que “algunos productores van a tomar el crédito de este nuevo fideicomiso, y otros lo van a ver cuando llegue el verano y baje la producción de la leche”. Recordó que enero y febrero son meses de poca producción de leche y más costos, y hay que hacer reservas, implantar verdeos de verano o invierno, para lo que “se necesitará ese dinero”.

Por eso, planteó que “lo mejor es limpiar un poco la situación financiera, patear todo esto a un plazo razonable, a una tasa razonable, a un método de pago razonable, con un sistema ágil, garantías prácticas, para poder seguir trabajando cómodamente, haciendo las cosas bien”. E insistió en que “hacer las cosas bien es lo que te permite llegar a la rentabilidad”.

Posición de los productores

La presentación del nuevo fideicomiso se realizó en la sede de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL). El presidente de la gremial, Néstor Cabrera, comentó a Agro de Búsqueda que esta “es una herramienta importante para los productores, y creemos que puede llegar a descongestionar la situación financiera de aquel productor que decida tomarla, porque no es obligatoria”.

El dirigente dijo que “esto es de lo que venimos hablando, ha mejorado la situación climática y productiva, también mejoraron los precios internacionales y el precio al productor local, pero seguimos arrastrando una situación financiera que es compleja, apretada, y esta herramienta va a ayudar a descomprimir eso”.

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