Al menos 600 ganaderos en Morelos han visto reducidas sus ganancias hasta de un 30 por ciento luego de las sanciones emprendidas en contra de las grandes empresas vendedoras de quesos y lácteos por parte de autoridades federales, por lo que solicitaron a los ciudadanos adquirir los productos elaborados de manera artesanal sin conservadores, y con medidas de higiene certificadas por las autoridades. Al mismo tiempo, rechazaron que el arete SINIIGA (Sistema Nacional de Identificación Individual de Ganado) que quiere imponer la Unión Nacional Ganadera es por un afán de ganar dinero porque ese distintivo no les sirve para el cuidado y la clasificación de los bovinos.
A nombre del grupo de ganaderos, Roberto Reza presidente del sistema ganadero local, planteó que desafortunadamente estas sanciones en contra de empresas vendedoras de quesos tienen impacto en todo el producto, cuando los ciudadanos deben distinguir de la producción de los pequeños productores de queso, leche, crema, y requesón.
Y es que advirtió que la gente que tiene una producción en las comunidades está vigilada ampliamente en sus procesos por el Sector Salud, y el ganado está sano porque han trabajado para evitar la brúcela y la tuberculosis.
“Es decir que hay talleres que aunque son pequeños, están supervisados por el Sector Salud, por eso, la invitación para que la gente es que consuma los quesos que se elaboran en Morelos, no muchos pero los 15 o 20 kilos que se hace a diario cada ganadero, está garantizado en cuanto a la salud”.
Sobre esto, Rodolfo Ayala Jaimes, presidente de la Unión Ganadera de San Gabriel las Palmas, aseveró que desafortunadamente luego de la acción de la autoridad en contra de las grandes empresas que venden queso y lácteos, ha tenido un impacto, aseveró, porque la gente coloca en el mismo nivel a todos los productos.
No obstante, aquellos elaborados de manera artesanal en cada rancho, tienen otras características no tienen químicos, y cuentan con medidas que han sido certificadas por las autoridades, además de que su producción no es tan alta.
“En las empresas tienen ordeñadoras automáticas y todo a gran escala, en cuanto a la producción en el estado, no va más allá de los 60 mil litros diarios que se venden en las comunidades, y algunos mercados”.