Reducir las emisiones de carbono es clave para toda empresa agropecuaria ya que tiene un doble beneficio: sustentabilidad para el ambiente y rédito para el productor. Para ello es necesario medirse, lo que en breve será un requisito de los mercados que nos están comprando granos y carnes.
“La prioridad es digitalizar el dato, una vez que está digitalizado podemos aprender, generar estadísticas y conocimiento”, aseguró a LA VOZ DE SAN JUSTO María Inés Di Nápoli, la CEO y co fundadora de la AgTech que en 2021, lanzó al mercado argentino la primera calculadora de huella de carbono del país: Plataforma Puma.
En el marco del segundo Congreso Regional Veterinario del Centro del País organizado por la firma Delyar S.A., Di Nápoli el presentó resultados de los primeros datos en nuestra ciudad vinculados a cría, recría intensiva, extensiva y feedlots.
“En San Francisco, las expectativas superaron la ilusión que teníamos. Desde el lanzamiento de la calculadora tuvimos la suerte que muchas empresas corporativas y todas las que están en la cadena de suministros -como productoras de insumos, bancos, productores, generadores de alimento, exportadores- eligieron Puma como una plataforma para obtener el cálculo de la huella de carbono, pensar en valor para poder valorizar sus productos”.
En este sentido, la ingeniera aseguró que “es fundamental que todos los productores, chicos o grandes empiecen a digitalizar porque tienen una enorme oportunidad de medir la huella de carbono”. De hecho destacó que “ya hay jugadores importantes en el mercado que están pagando para que los productores se midan”.
Al respecto comentó que “en marzo lanzamos un acuerdo con Bi Terra que es un exportador reconocido, quien decidió pagar un plus a aquellos productores que midan la huella de carbono de soja y girasol con Plataforma Puma”.
“Esto claramente es catalizador de cualquier proceso porque el productor tiene un incentivo y esto genera un movimiento y unas ganas de sumarse a la comunidad, empezar a medir y ser más sustentables”, rescató.
La ingeniera agregó que lo mismo ocurre con la ganadería: “hace dos años que tenemos el producto en el mercado y ya contamos con los principales jugadores en la producción y el financiamiento, subidos a nuestra plataforma para medir la huella de carbono”.
Di Nápoli destacó que con esos datos, “el sector ganadero de la Argentina tiene la enorme oportunidad de producir carne y leche carbono neutro, la industria está esperando esa trazabilidad del campo a la góndola”.
Para Di Nápoli “hay una enorme oportunidad para empezar a medirse y generar aprendizaje. Es necesario que los productores piensen en digitalizar sus procesos, porque si tenemos 75 planillas para un año, es muy complicado coordinar toda esa información y tomar los indicadores que nos permitan saber dónde estamos parados”.
El doble impacto del cálculo de la huella
La ingeniera afirmó que el cálculo de la huella “tiene un doble impacto al mostrarnos también indicadores de producción. Éstos nos van a alertar que el sistema está siendo insuficiente y se podría mejorar la rentabilidad, eso conducirá a una menor huella”.
“También nos sirve para mostrar cuáles son las herramientas o el manejo que los productores tienen que tener en cuenta al momento de producir, antes tenían que tener en cuenta el margen bruto, ahora tendrán que tener en cuenta algo más”, dijo.
“El sector ganadero argentino tiene la enorme oportunidad de producir carne y leche carbono neutro. La industria está esperando esa trazabilidad del campo a la góndola”.
“El aprendizaje es fantástico porque nos permite corregir, entender las historias que nos cuentan, mejorar y crecer”, sostuvo Di Nápoli.
Al respecto precisó “con estas mediciones se pueden mejorar los porcentajes de destete, de preñez porque en definitiva estamos mejorando la producción y si mejoramos la producción de carne estamos bajando la huella, es como en la agricultura también, más kilos producimos de gran, la huella empieza a bajar porque se diluyen las emisiones”.
“Carne y leche carbono neutro: ¿es posible?” fue el título de la conferencia dictada por Di Nápoli. (Fotos: Marcelo Suppo | LVSJ)
Datos que generan conocimiento
La CEO de Puma consideró que en el sector hay tecnología de proceso y tecnología de insumo. “En la tecnología de proceso hay muchas cosas en las que se puede hacer ‘doble clic’ para poder mejorar y bajar emisiones y en la de insumo también porque hay muchos aditivos o productos que mejoran la digestibilidad y entonces disminuyen emisiones”.
“Se necesita un orden con los datos para que luego las mediciones sean automáticas y rápidas. Empecemos el proceso de ordenar los datos para que la medición de la huella sea inmediata, no genere mucho trabajo y sirva también para identificar los indicadores productivos”, sugirió.
“Tenemos que pensarnos colaborativos”
Por otro lado, Di Nápoli consideró que la cadena de producción en la Argentina “está atravesando un proceso de maduración” y que “debe existir un incentivo para que el productor se vea generando el programa y colaborando con las plataformas de gestión para que los datos queden digitalizados”.
“Tenemos que pensarnos colaborativos y de esa forma crecemos todos”, aseveró.
Advirtió que en un corto plazo, “no entrará a Europa un grano que no tenga la huella de carbono medida y en breve vendrán límites, el productor no podrá pasarse de cierto nivel de huella. Es una realidad que también se trasladará a la producción de leche y carne”.
“El mundo está poniendo estándares y no nos podemos enojar ante eso porque de lo contrario no vamos a poder vender”, aseguró.
Finalmente adelantó que se está analizando sumar forestación a la calculadora para brindar una mirada holística, porque “claramente la forestación secuestra carbono, entonces nos puede servir para neutralizar emisiones que provienen de la misma producción”.
Se está analizando sumar forestación a la calculadora de huella de carbono.