El Gobierno pudo medir en los primeros días de otorgado el beneficio en varios puntos del país, que eligen los consumidores a la hora de utilizar este instrumento social en los comercios.

El Gobierno planificó entregar algo más de 550.000 Tarjetas AlimentAR para intentar paliar la grave crisis económica que dejó la gestión macrista. Además, llenar la panza del sector más desprotegido de la sociedad e intentar que se alimenten mejor, de manera más saludable y evitar enfermedades a futuro. En ese camino, monitorea las compras de los beneficiarios y en los primeros días del plan en la calle, llegaron los primeros números.
La tarjeta alimentaria ya fue entregada a casi 290.000 familias. Dependiendo de la cantidad de hijos menores de 6 años, el plástico tiene disponible entre $ 4.000 y $ 6.000. Un informe del ministerio de Desarrollo Social muestra que -en las compras realizadas del 20 al 27 de enero- los hogares gastaron en promedio $ 2.734 en el conurbano.
La cartera dirigida por Daniel Arroyo entregó 215.610 tarjetas en 12 municipios de la provincia de Buenos Aires en los que hizo un relevamiento. El 26,1% de los hogares gastó, en total, hasta $1.499. Una quinta parte (el 20,3%) gastó entre $1.500 y $2.499. Más de un tercio (33,8%) entre $2.500 y $3.999. Finalmente, solo el 19,8% consumió $4.000 o más.
El 42,8% de los productos comprados (que representan un 58% del dinero gastado) corresponden alimentos recomendados , o etiquetados como “saludables” por Desarrollo Social. Se trata de proteína animal (carnes, alrededor de 3 kilos por hogar), lácteos líquidos (casi dos litros por hogar), lácteos densos/polvo (0,3 kilos por hogar), verduras (1 kilo por hogar) y frutas (medio kilo por hogar).
En cambio, hay un 25% del gasto que fue alimentos no “recomendados”, por ser ultraprocesados, con exceso de azúcar o sodio. Entre ellos están las gaseosas y bebidas azucaradas (1,2%) y jugos en polvo (1,3%) representan el 2,5% de lo gastado en alimentos. El 3,7% corresponde a proteínas cárnicas ultraprocesadas.
Los datos fueron medidos en Almirante Brown, Avellaneda, San Martín y La Matanza. La carga se realiza el tercer viernes de cada mes y es acumulativa. Lo que no se consumió, se puede guardar para el mes siguiente.
En Concordia (Entre Ríos), donde se entregaron 6.920 tarjetas, los hogares gastaron en promedio $2.200, siendo el monto máximo estimado para esta población de $4.880. En un período de 19 días considerado, el 40% de los hogares gastó hasta $1.499. Un 22% usó entre $1.500 y $2.499. Y un 25% entre $2500 y $3999. Finalmente, solo el 13% consumió $4000 o más.
Desde un punto de vista nutricional, el 48% de los productos alimentarios adquiridos son alimentos “recomendables” (como lácteos, proteína de origen animal, verduras y frutas, principalmente).. Un 22% del gasto total se destinó a productos no recomendables (productos alimentarios ultraprocesados, con excesiva azúcar/sodio, etc.). El 28% restante está conformado por otro tipo de alimentos (harinas, arroz, dulces, condimentos, infusiones). La compra de harinas fue del 11% de los productos, arroz 1,3%, gaseosas 2,2%, jugos en polvo 3,4%.
La tarjeta alimentaria es automática para todas las personas que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH), a partir del cruce de la base de datos de ANSES. No se tramita en ningún lado, ni con gestores u organizaciones sociales.
En esta primera etapa, la recibirán las madres y padres con hijas e hijos de hasta 6 años que al momento estén percibiendo la AUH. La entrega se hará por etapas en cada una de las provincias de la Argentina, según el ministerio de Desarrollo Social.

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