La primera mujer en encabezar Aproval hizo un repaso de su trayectoria laboral y dio a conocer sus principales desafíos para la asociación gremial.
A principios del presente mes de diciembre, Paulina Carrasco Gorman se convirtió en presidenta del directorio de la Asociación Gremial de Productores de Leche de la Región de Los Ríos (Aproval). Un hito, ya que se trata de la primera mujer es asumir este cargo.
La profesional originaria de la comuna de La Unión cuenta con una destacada trayectoria empresarial en el rubro. Además, en la actualidad es presidenta de la Asamblea de Delegados La Unión de Colun, e integra el Grupo de Transferencia Tecnológica Mujeres-Colun. También fue directora del Consorcio Lechero.
Paulina Cecilia Carrasco Gorman cursó sus estudios básicos en el Colegio Santa Marta de La Unión, mientras que su enseñanza media en el Andree English School de Santiago. Luego ingresó a la Universidad de Chile para estudiar agronomía. Se tituló como ingeniera agrónoma con mención en producción animal.
“Era mi primera y única opción. Mi pasaje de regreso al campo. Nací en La Unión pero siempre viví en el campo y cuando me fui a estudiar a Santiago solo pensaba en volver al sur. Aunque la vida me tuvo un tiempo en la capital, pude regresar hace 15 años a mi tierra”, explica sobre su elección.
Posteriormente, cursó un diplomado en Gestión de Empresas Agrícolas en la Universidad Adolfo Ibáñez, y un diplomado en Empresas Familiares, de la Universidad de Los Andes.
¿Cómo describiría su trayectoria laboral?
La empresaria relató que “mi vida laboral comenzó muy temprano. Mientras terminábamos la carrera (1991), con unos compañeros formamos una empresa certificadora de carnes. En ese entonces comenzaba recién la implementación de certificaciones. Aprendimos mucho, hoy lo veo como un increíble emprendimiento cuando nadie hablaba de emprender”.
“Luego me dedique a la familia, hasta que nos vinimos a vivir al sur y me hice cargo de la lechería familiar, en un comienzo junto a mi padre (Eugenio Carrasco). Fue un tiempo precioso para empaparme de su espíritu y filosofía, mi padre no fue a la universidad, se hizo cargo muy joven del campo, mi abuelo era mayor y falleció cuando mi padre tenía 16 años. Soy nieta e hija de hombres y mujeres de trabajo, de esfuerzo y de gran sentido de comunidad”, complementó.
¿Qué significa para usted liderar Aproval?
– Liderar Aproval es orgullo y también humildad, es trabajo en equipo, es desafío y es hacer las cosas bien. Como decía nuestro ex presidente, Bruno Rubilar, “en Los Ríos nos tomamos la leche en serio”, y yo añadiría porque, además, nos encanta nuestro trabajo.
¿Cuánta relevancia tiene para usted ser la primera mujer en presidir Aproval?
– Ser la primera mujer liderando Aproval no es muy distinto en cuanto a los desafíos que tenemos como institución, pero sí tiene una relevancia especial al contribuir a visibilizar a la gran cantidad de mujeres que trabajamos en el campo, ya sea en las lecherías, en los huertos, o en la fruta. Las mujeres siempre hemos estado ligadas al quehacer del campo y hoy hay muchas jóvenes integrándose desde lo profesional. Quizá eso le da una connotación especial a este cargo ocupado por una mujer y eso habla muy bien de Aproval como organización gremial agrícola.
¿Con qué expectativas llega a este cargo?
– Ya he tenido dos años formando parte del directorio y conozco el camino que viene transitando Aproval en los últimos años. Hay una planificación detrás muy clara y concreta y, por lo tanto, está bastante definido lo que uno como presidenta debe realizar en el cargo.
Obviamente que uno aporta desde el sello y el carácter personal, pero lo fundamental es trabajar para hacer una buena gestión en la conducción, aportar con el compromiso de creer en los que estamos haciendo como gremio, pero también creernos el cuento como productores de leche y dejar definitivamente en el pasado la estrategia de la victimización y en eso creo que hemos avanzado bastante, pero necesitamos seguir integrando a más productores en este esfuerzo.
“Tenemos muchas experiencias buenas y de las otras…”
¿Qué le parece que el Ministerio de Agricultura esté promoviendo el modelo asociativo? ¿Considera usted relevante que los productores lecheros se incorporen a este modelo? Frente a estas interrogantes, Paulina Carrasco expresó que “nos parece muy positivo que el ministro Antonio Walker haya dado especial importancia a este tema.
Dada la estructura atomizada de los agricultores en general, es razonable pensar que hacer las cosas en conjunto le agrega valor al productor agrícola y en ese sentido el que existan políticas públicas que incentiven este modelo de desarrollo es muy bueno. La asociatividad en el mundo lechero no es algo nuevo y tenemos muchas experiencias buenas y de las otras. También han existido diversas experiencias que han incursionado con mayor o menor éxito en la compra conjunta de insumos. Lo importante es que no se generen sobre expectativas o se haga el análisis fácil de que un proyecto asociativo por sí solo es garantía de éxito”.
¿Cuáles son sus principales desafíos a corto y mediano plazo en la presidencia de Aproval? ¿Tiene algún objetivo o meta puntual?
– Fundamentalmente continuar la línea de trabajo que hemos fijado como asociación desde hace ya seis años porque ha sido consecuente, ordenada y estable. Tenemos proyectos muy innovadores en temas de gestión de los recursos forrajeros, riego y eficiencia energética, siempre buscando entregar herramientas a nuestros asociados para mejorar su competitividad. También nos hemos involucrado de manera muy importante en los temas de sustentabilidad sectorial, trabajados en conjunto con el Consorcio Lechero y un maravilloso programa “Gracias a la Leche” que busca promover los atributos saludables de la leche.
Como marco general de este trabajo gremial, me gustaría incorporar una mirada más optimista y generosa de nuestra actividad, que tiene un rol clave en el uso eficiente de los recursos, especialmente agua y suelo, también en la conservación de la biodiversidad, nuestro aporte en la reducción de la contaminación y promoción de la vida rural como medio de desarrollo económico y social para los jóvenes y familias rurales. Nuestra actividad es patrimonio, cultura e identidad. Eso debe ser motivo de orgullo para nosotros como empresarios, para nuestras familias y nuestros colaboradores.
¿Cómo describiría al directorio que acompañará su gestión?
– El directorio de Aproval está integrado por un grupo de personas con experiencia en el rubro a pesar de su juventud. Somos un equipo diverso de mujeres y hombres a los que nos une la pasión por lo que hacemos y el entusiasmo por aportar a resaltar el valor de nuestras actividad. En la última asamblea se han incorporado tres directores nuevos menores de 35 años, y eso es una tremenda señal de renovación e interés de las nuevas generaciones no sólo por tomar la posta en sus respectivas empresas familiares, sino que además traen aire fresco a la gestión gremial agrícola que históricamente no se ha caracterizado precisamente por renovar sus cuadros directivos. Ya tuvimos nuestra primera sesión de directorio y creo que es un buen equipo para este desafío.
Contingencia
¿La pandemia ha provocado efectos en la producción lechera?
– Como ocurrió en todo el mundo y en todos los ámbitos productivos, el temor y la incertidumbre por este virus desconocido fueron muy grandes al inicio. Afortunadamente, al establecerse el carácter de “actividad esencial” para la producción de leche, hemos podido funcionar de manera ininterrumpida.
Sin embargo, esta posibilidad de seguir en funcionamiento nos llevó a redoblar los esfuerzos en materia de medidas preventivas, tanto al interior de las lecherías, como a nivel de las casas de nuestras familias y de las de nuestro colaboradores. Nos dimos cuenta que nuestros protocolos de sanidad animal y de producción son de muy buen nivel y eso nos ayudo mucho a ajustarnos rápidamente a los protocolos covid.
A la fecha, afortunadamente hemos tenido una muy baja incidencia de contagios en las lecherías, pero evidentemente que nos preocupa el relajo que estamos viendo en la región y en el país. Por lo tanto, eso nos obliga a estar permanentemente revisando el cumplimiento de las medidas preventivas.
En esta tarea ha sido importante el apoyo de Aproval, del Consorcio Lechero y las empresas procesadoras que han colaborado con materiales informativos e insumos para implementar en las lecherías. Ha sido un año para promover la salud, el cuidado personal y del equipo, de la responsabilidad individual y colectiva.
Como productores lecheros, ¿de qué manera han enfrentado la pandemia en términos de sus procesos productivos?
– En términos generales, los procesos productivos no han experimentado grandes cambios. Internamente los protocolos preventivos de alguna manera generaron trastornos iniciales, pero creo que los mayores inconvenientes ocurrieron en el peak de la pandemia con las restricciones a los movimientos nuestros como productores y los desplazamientos de nuestros colaboradores, especialmente de aquellos que viven fuera de los predios. En términos generales yo diría que los procesos productivos no se vieron mayormente alterados.
Etiquetado de la leche
¿Qué opina sobre la ley de etiquetado de la leche que entró en vigencia hace poco más de un año?
– Nos dimos cuenta que el problema de rotulación que afectaba a los lácteos no tenía que ver con falta de normas, sino de fiscalización. Sin embargo, hubo algunos gremios y parlamentarios que pensaron que se necesitaba una nueva ley para solucionar el problema y se empeñaron en seguir ese camino. Sin embargo, al final lo que terminaron haciendo fue generar una ley que recogió lo que ya estaba normado a nivel de decreto, más el agregado de obligar a indicar el país de ordeña de la leche con la que se fabrican los lácteos vendidos en Chile.
Quienes empujaron esta ley tienen una fe inmensa en que el consumidor nacional preferirá los lácteos fabricados con leche chilena, y a nosotros como productores nos encantaría que así fuera, pero la poca evidencia que existe al respecto indica que el precio, más que el origen, sigue siendo un factor determinante al momento de la compra y por lo tanto, tenemos una duda razonable respecto del impacto real de esta ley en el mediano y largo plazo.