Asaja denuncia la «precaria» situación de este sector.

El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, alertó de la situación «precaria» de los ganaderos de vacuno de leche de la Comunidad que «pierden dinero trabajando, al mismo tiempo que se les criminaliza como causantes de la contaminación», además de sumarse el aumento de los costes de producción y de la factura de la luz. Dujo lamentó que Castilla y León perdió más de 6.600 profesionales en 21 años, al pasar de 6.670, en el año 2000, a los 899 actuales.

Durante una comparecencia en la capital palentina, Dujo recordó que la mayoría de los ciudadanos desayuna leche, la cual “es producida por un ganadero en su explotación, en la que trabaja día y noche para alimentar a la sociedad”. Un duro trabajo con el que “pierden dinero y se les criminaliza al acusarles de actores contaminantes”. Por ello, denunció que los profesionales “se están arruinando mientras trabajan”.

Trasladó que el cierre de explotaciones es la radiografía que muestra la situación del sector y que provoca que los pueblos agonicen, y aclaró que “la solución de la despoblación es el empleo rentable en el medio rural”. “No hace falta que inventen la pólvora, sino que protejan los sectores existentes”. Pidió la intervención del Gobierno de España y que la ley de la cadena alimentaria funcione, dado que “no se puede producir y vender a pérdidas”, debido a los contratos con las industrias y la distribución por debajo del precio de coste.

Tal es así que, en España, el litro de leche se paga de media a 32 céntimos, mientras que en los países del entorno es superior, con 35 céntimos en Alemania, 36 en Francia o 37 en Dinamarca. Los ganaderos españoles “venden la leche más barata, pero con costes más altos”, dijo y afirmó que un ganadero de la localidad palentina de Quintana del Puente cobraría 40.000 euros más si estuviera en Francia que en Palencia, sin olvidar que tendría menor número de costes añadidos, recoge Ical.

Por ello, dejó claro que “el ciudadano que compra leche a 60 céntimos está contribuyendo a arruinar al más débil y al ganadero, de la mano de la ofertas de grandes superficies y espacios de distribución”. De esa forma, exigió a las cadenas de distribución que cesen en esa política de bajos precios y ofertas a modo de reclamo y suban a un “precio justo”, que no afectaría a la economía familiar de cada mes. Aun así, alertaron a la industria de no seguir el juego, dado que en el momento en el que no haya ganaderos españoles, la distribución “buscará la leche fuera”.

Presión social

Por su parte, el ganadero de vacuno de leche Fernando Gutiérrez apuntó que “si se sigue en esta línea, acabará quedando el 50 por ciento de las ganaderías que hay actualmente”, ya que se subsiste a base de “tensionar más la explotación y producir más para poder aguantar”. Un momento en el que “se está pasando muy mal”, recalcó.

No obstante, explicó que siente una sensación de “ultraje”, de la mano de la presión social que puede provocar que el sector desaparezca. Y es que, hay demonización por el consumo de carne, la existencia de nuevos productos vegetales se venden con la publicidad y la fama de los cárnicos o se lanzan campañas acusando a los ganaderos y agricultores de contaminantes. Sin olvidar, la acción de los “ecologistas de salón contra este ámbito agroalimentario”, aseveró Gutiérrez.

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