¿Cuál era la situación de la explotación antes de empezar a, siquiera, tomar la decisión de cambiar el sistema de ordeño?
JORDI: Estábamos en un máximo de 590 vacas en ordeño. Teníamos una paralela de 16 por 16, con 16 puntos centrales. Hacíamos tres ordeños, por lo que ordeñábamos las 24 horas del día. No podíamos crecer por eso y porque estamos limitados en cuanto a espacio físico. La sala estaba más que amortizada y nos empezamos a plantear cuál era el sistema que podíamos implementar.
JOAN: Teníamos muy avanzado el proyecto para instalar robots en tráfico libre. Una de mis mayores preocupaciones era que había que montar diez robots como mínimo y preguntábamos en todas partes: “¿Cuántas veces hay que actuar por la noche?”. La gente, normalmente, contestaba: “Depende”. Cuando te dicen “Depende” no hay datos ¿me entiendes? [Risas].
¿Qué pasó después?
JOAN: En una visita que hicimos a una cooperativa navarra insistimos dos veces con aquella pregunta y nos dijeron: “Hombre, si queréis vamos al contable y saca los datos”; y añadieron: “Pagamos un plus al que tiene que venir de las nueve de la noche a las seis de la mañana”. El contable nos sacó los datos de cuatro años. Con diez robots, la media de aquellos cuatro años era que habían tenido incidencias nocturnas 1,3 veces por semana. Yo no quiero asumir tener que perder entre una y dos noches a la semana. Estamos hablando de una inversión grande y, encima, ¿tener la obligación de levantarme? Porque no vale la pena tener una persona fija para eso.
Esto se pone interesante.
JOAN: Estuvimos mirando y mirando, también porque tenemos mucha cama caliente; así que una de nuestras preocupaciones era cómo gestionar la zona del robot en un patio de cama caliente para que no resultase una guarrería. Hasta que un día, sabiendo que no me atraía, nos dijeron: “¿Os molestaría ir a ver un Batch Milking?” La verdad es que cuando lo vi trabajando durante la hora y media que estuve allí, no dije nada, pero me quedó claro.
Arguméntalo más.
JOAN: Vas a tres ordeños garantizados y no hay que ir a empujar vacas mañanas y tardes. Hemos tenido muchísimas visitas. Gente que tiene cinco robots en tráfico libre y que para ampliar va a quitar los cinco robots para montar un Batch Milking porque dicen que la leche que hacían con tres ordeños en sala nunca la han recuperado con robots en tráfico libre.
¿Tuvisteis claro el número de robots necesarios desde el principio?
JOAN: Estuvimos debatiendo entre 12 y 14. Al final, después de analizar las vacas/hora que sacaban los robots, vimos que poner 14 robots era sobredimensionar la instalación para las vacas que tenemos, así que decidimos poner 12 y se acabó. Pienso que no nos hemos equivocado.
¿Consideras que el tráfico libre es calidad de vida limitada?
JORDI: Te da calidad de vida hasta cierto punto. Nosotros llevábamos muchos años ordeñando 24 horas al día, así que sabemos lo que es tener que trabajar siempre a contrarreloj para solucionar una avería, ya que todo el tiempo que pierdes no se puede recuperar. Con el tráfico libre veíamos que las posibles averías, si no querías después tener que empujar un montón de vacas atrasadas, tenían que solucionarse al momento, es decir estar de guardia las 24 horas del día, igual que con la sala que teníamos. Con el Batch Milking, cuando se ha terminado el ordeño ya no te saltan alarmas. Sabemos que las máquinas no se rentabilizan tan rápido como cuando trabajan 24 horas al día, pero tener una o más personas de guardia las noches de los 365 días del año también tiene un precio que con el Batch Milking no tenemos que pagar.
JOAN: Ahora, por la noche, al chaval que hay ordeñando si se le bloquea un robot dos veces y no ve qué tiene, lo cierra y no pasa nada. Continúa ordeñando con los otros once robots. Tardará 20 minutos más, pero no hay problema. Con tráfico libre, te levantas por la mañana con un atasco que no se lo traga ni Dios.
¿Cuáles son los tres o cuatro parámetros que creéis que son indicadores fundamentales de la eficiencia en Batch Milking?
JOAN: Los kilos de leche por robot y día son los que teníamos. Ni más ni menos. Estamos en tres ordeños, como antes. Las calidades de leche no han cambiado. Ahora hay que ir puliendo varios temas, ahora tenemos muchos parámetros para poder probar y cambiar. Nos han entregado el coche, pero lo conocemos relativamente. El coche tiene muchas posibilidades y hay que buscarle las opciones.
Mano de obra
¿Tenéis a los mismos empleados que estaban con la sala de ordeño?
JOAN: Ha habido gente que porcuestiones personales han dejado la empresa y que no se ha remplazado con personal nuevo, así que ya ha habido reducción de personal. Cuando esté todo reorganizado podremos bajar cuatro o cinco personas.
JORDI: Yo creo que cuatro menos se puede. Las personas que teníamos en los turnos de ordeño las seguimos necesitando igual, pero estas mismas personas, antes, solamente ordeñaban y ahora pueden hacer muchas más cosas porque su trabajo, ahora, es solo traer vacas a la sala de espera y, una vez la sala llena, tienen unos 40 minutos para hacer otras tareas. También tenemos muy claro que al trabajador no se le puede dar más trabajo del que puede realizar por las horas que trabaja, eso hace que el quinto trabajador del que pudiéramos prescindir, lo necesitemos para no generar tanto estrés en el trabajo. Nuestra visión es generar sitios de trabajo cómodos, atractivos y que la gente disfrute trabajando. Solo así puedes garantizar un trabajo bien hecho.
Para ordeñar 630 vacas con los 12 robots en Batch Milking que tenéis ahora, ¿cuánto personal os hace falta?
JORDI: Ahora hay cuatro personas. Una por ordeño más el correturnos.
¿Y las vacas qué?
Las vacas parecen muy tranquilas.
JORDI: Las vacas, al final, es lo que necesitan. Alguien que sea como un robot, mucha monotonía y pocos cambios. Creo que todavía nos falta tiempo para adaptarnos. Hasta que no hayan pasado seis meses o incluso un año… Para sacar muchas conclusiones por animales y datos todavía es un pelín pronto, pero se empiezan a ver cosas.
¿Tenéis la sensación de que se han reducido los accidentes de las vacas?
JOAN: Se han terminado las caídas de vacas. Ahora el personal no tiene prisa, porque sabe que las primeras vacas que llegan a la sala de espera se ordeñan solas. Antes, perdíamos diez primeros partos al año por accidentes que pagaba Agroseguro, pero valen un dinero; hemos invertido mucho para conseguir esa genética y terminar perdiendo aquel animal cuando esta ya en producción. Cuando una persona es tranquila, pasa por el medio la nave y ningún animal se inmuta, pero según quién pasa… todo el mundo se va. Con el Batch Milking se solucionó.
¿Qué tal es la adaptación de la vaca a un nuevo sistema?
JORDI: Más rápida de lo que pensábamos.
JOAN: Sí, pero, a ver, hay que ser francos: el primer ordeño, no tengas un árbol y una cuerda porque te cuelgas. El primer ordeño es terrible. Brutal. El segundo ya cambia al 50%. Bajábamos el tiempo de ordeño un 50%. Y el tercero ya mejoraba. Al final de semana las vacas ya andaban normal.
¿Entraron todas de golpe, las 630?
JOAN: No, entramos, en tres tandas. Durante tres semanas. Empezamos por los animales más viejos, los más difíciles de adaptar, para que fuesen los que tuviesen más días de transición.
JORDI: Necesitábamos un mínimo de 80 vacas/hora para poder meterlas todas. Si estábamos a menos vacas/hora, con las 24 horas del día no nos daba para ordeñarlas todas.
Claro, 630 vacas con 12 robots, estás exigiendo al sistema las 80 vacas que indicabais por hora.
JOAN: Las últimas en entrar fueron las primíparas, que siempre son un poquito más fáciles. En el primer ordeño, la única diferencia es que una de primer parto pesa 200 kilos menos [risas] a la hora de empujar, pero se acostumbraron muy rápido.
Las puertas selectoras automáticas ayudan
No obstante, vuestra inversión no se ha limitado al Batch Milking.
JORDI: Hemos puesto también un retorno con puertas automáticas en cada patio y en la zona de tratamientos. Esto nos permite llevar siempre la sala de espera del Batch Milking a tope. Cuando quedan 20-30 vacas, metemos el lote siguiente.
¿Se mezclan?
JORDI: En la sala de espera sí, pero luego no. Cuando quedan 30 animales metemos el siguiente lote porque las puertas automáticas del retorno llevan a cada vaca a su sitio. Esto lo comprobamos en granjas que ya tenían Batch Milking. Cuando bajaba la cantidad de vacas en la sala de espera también bajaban las vacas/hora que salían.
JOAN: Que el Batch Milking tenga una mínima densidad en sala de espera es importante. Acelera el tráfico.
Pero en una sala convencional o en rotativa también se puede tener puertas selectoras
JORDI: Sí, claro. Te da un plus en el Batch Milking, calculábamos entre 5 y 10 vacas/hora. Si tienes
que vaciar la sala de espera para que no se te mezclen los lotes, son muchos minutos con robots vacíos, porque te puede quedar solo una vaca y tener 11 robots vacíos. Esto, al final del ordeño, te resta muchas vacas/hora.
¿Por qué pasillos ciegos para llevar las vacas a la sala de ordeño?
JOAN: Si son ciegos funciona mejor. Los hicimos con placas de hormigón prefabricadas. Así, como debajo tenemos el depósito de purines, entre los pasillos hemos dejado grietas para que al andar ellas mismas van mandando la mierda al depósito.
¿Los cambios de lote de las vacas con un teclado?
JORDI: Como tenemos puertas automáticas en cada patio, si una vaca que tenemos asignada en un patio la queremos llevar a otro, por ejemplo, al patio de posparto, lo podemos hacer automáticamente; lo mismo que rellenamos los otros patios en función de si se secan vacas o no.
¿Cuántos lotes hay?
JOAN: Hay cinco lotes.
Tenéis cinco lotes. ¿No habéis hecho lotes por niveles productivos?
JORDI: De momento no.
JOAN: De momento hay que estabilizar esto. Que funcione como un reloj y, a partir de ahí, coger los datos, hacer los cálculos y definir hacia dónde avanzamos.
¿Cada lote se ordeña en una hora?
JOAN: Sí. El patio que tarda más, una hora y algo.
¿Cómo se gestionan las vacas problemáticas?
JORDI: Todas las vacas que han dado menos producción de la esperada por una posible mala colocación del robot van a parar a una zona de separación que posteriormente el operario que esté trabajando las tiene que poner en manual. Es el único proceso del ordeño en el que interviene el trabajador y que hay que asegurarse de que se haga bien. Si no lo hace bien, el sistema vuelve a mandar automáticamente a la vaca a la zona de separación para colocarla en manual. De esta forma te aseguras de que la vaca se coloque bien sí o sí.
La robotización es el futuro
¿Se robotizará el ordeño en todas las granjas?
JOAN: Evidente.
¿Creéis que el Batch Milking se va a extender?
JOAN: Las granjas grandes van a ir con Batch Milking
¿Se compensa económicamente la diferencia que supone tener los 12 robots en batería a haberlos tenido por lotes en tráfico libre?
JORDI: En obra civil hay un poco más, pero en cuanto a lo que es únicamente robots, es casi el mismo coste.
JOAN: Yo, hoy, no quiero ni compararlo. Hablemos dentro de 10 años.
¿Cómo creéis que incide la estacionalidad de partos en el rendimiento del ordeño robotizado según lo hagamos en tráfico libre o en Batch Milking?
JOAN: Todas las granjas de vacas tenemos fluctuaciones de partos. En Batch Milking no hay ningún problema, pero en tráfico libre es un gran problema. Tienen un tanto por ciento de vaca seca que no es de recibo. Porque, si no, hay épocas del año que el robot está a medias tintas y otras épocas que están saturados. Hablamos por vaca presente.
Explícalo, por favor.
JOAN: Un robot trabaja bien 60 vacas. Con 70 hay que forzar y si pasas de ahí… ¿Qué solución hay? Secar vacas un mes antes. Esto tiene un coste, porque es una leche que dejas de producir y, sí, de acuerdo, la producción por vaca lactante sube, pero lo que cuenta son los beneficios y los beneficios te los dan las vacas presentes.
¿Habéis podido comparar aspectos productivos o es pronto?
JOAN: La gente que está a dos ordeños y pone robots se acerca a los tres ordeños; esos ganan leche. Pero si estás a tres ordeños desde antes, no vas a más leche. Trabajando bien, mantendrás la leche. El objetivo es sacar más de beneficio.
Beneficio económico y beneficio en cuanto a la calidad de vida.
JOAN: Sí, sí.
JORDI: El robot en tráfico libre te da una cierta calidad de vida porque te da flexibilidad, pero si quieres que los robots vayan a tope tienes que estar las 24 horas del día pendiente. Cualquier minuto que se te bloquee el robot y tú no actúas son minutos que pierdes y que no puedes recuperar porque se interpreta que está trabajando las 24 horas del día.
Jordi, si hubieses tenido que seguir con la sala de ordeño, ¿habrías seguido apostando por la granja de leche?
JORDI: Con la sala no. Creo que no. Llega un punto en el que dices: si no puedo gobernar, si no puedo decidir en el punto más importante, en el ordeño, que es donde sale el producto, es decir, el 98% de nuestra facturación, no merece la pena.
El resultado de todo el trabajo se concentra ahí, en las manos de quien ordeña.
JORDI: Dentro de la plantilla de la empresa tenemos personas que hace muchos años que trabajan con nosotros, personas muy responsables y que estamos muy contentos de que quieran seguir trabajando con nosotros. Siempre puede haber alguna persona que, por falta de motivación en el trabajo o cualquier otro motivo, haga que la calidad del proceso productivo se vea afectada. Ahí es donde el robot nos es de gran ayuda.
¿Cómo es en la práctica?
JOAN: Ahora, el chaval de la mañana empieza a las cinco a ordeñar, carga el primer patio de 60, después pone el de 140 y cuando ya entra el patio de primeros partos viene con nosotros a la zona de tratamientos. Si hay terneros nacidos, encalostra a los terneros y se vuelve a la sala… y la sala ha ido trabajando igual, está funcionando al mismo ritmo.
JORDI: Cuando vuelve ya está la sala de espera casi vacía y ya puede ir a buscar otro patio o empieza a hacer incompletas y ya está.
El periodo de formación del personal también será ahora menor.
JOAN: A nosotros nos costaba más de tres meses formar en lo básico en la sala de ordeño a una persona contratada. Era lo mínimo para que cogiese ritmo. La frustración que produce formar a una persona y que a los 15-20 días se te vaya… Ahora es mucho más sencillo enseñar e identificar si una persona es válida para hacerlo o no.
Con el tiempo es probable que se automatice el traer las vacas también
JOAN: Cuando se acerca la hora, el ganado ya se está acumulando para venir a los robots. Creo que las puertas se abrirán automáticamente y habrá una música o un sonido o algo que las anime.
Subway: El túnel
¿Por qué decidisteis invertir en un subway o túnel bajo LOS BOXEX de LOS robots? [El subway alberga bajo tierra el conjunto de componentes comunes de los robots y es una alternativa a tenerlo todo sobre tierra].
JORDI: Tiene su coste, pero el subway lo pagas hoy y te dura de por vida. Yo confío en que los robots de la siguiente generación, cuando lo tengamos que cambiar, saquemos estos, pongamos los nuevos, empalmemos el vacío, la leche y fuera.
JOAN: Esto tiene que ir con subway. A mí me gustan los números y cuando oigo a alguien comentar “¡Hostia esto vale más dinero…!” A ver… Si todo este material no estuviera en el subway tendría que estar en un ala lateral, o sea, que la nave hay que hacerla igual. Desde el subway saco el agua, caliente de verdad, y la desplazo lo menos posible, manteniendo la temperatura. Reduzco la caída de temperatura, que es una cosa importante para su eficacia y reduzco el consumo de energía, que es un consumo fijo.
Claro, desde aquí todo está más cerca; las mangueras son más cortas…
JORDI: Pues imagina en tráfico libre… A lo mejor el coste de la instalación es menor, pero el coste diario es un poquito superior. No mucho, pero va sumando. Es un coste que persiste a lo largo de toda la vida de la máquina.
Publicado en la revista Albaitaritza – Cataluña
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