Los esfuerzos de Uruguay para avanzar en la colocación de lácteos en China “parecen estar dando frutos”, dijo Monica Ganley, analista del Daily Dairy Report y directora de la consultora agrícola argentina Quarterra.
China está reforzando la búsqueda de proveedores alternativos de las principales importaciones de materias primas, luego de las fuerte críticas que Nueva Zelanda y EEUU plantearan en junio respecto a la posición de China sobre Taiwán, según el portal especializado Daily Herd.
“Habilitado por la proximidad geográfica y un acuerdo de libre comercio de 2008, Nueva Zelanda ha sido durante mucho tiempo el principal proveedor de productos lácteos, especialmente leche entera en polvo, para China”, apuntó Ganley. “Sin embargo, un clima político cambiante podría socavar esta relación”.
“Los exportadores uruguayos han priorizado las ventas a China y reciben regularmente delegaciones chinas. Sus esfuerzos parecen estar dando frutos”, sostuvo la analista, que destacó la intención de Uruguay de alcanzar un tratado de libre comercio con China. De avanzarse en este sentido, la leche el polvo exportada por Uruguay al país asiático dejarían de pagar el 10% de arancel para ingresar a ese mercado.
Entre enero y julio de este año Uruguay exportó a China 19.942 toneladas de productos lácteos, por un valor de US $73,3 millones, de acuerdo a datos de Aduanas.
Por productos, leche en polvo entera es el principal enviado: 16.900 toneladas por US $66,16 millones. Los datos muestran un descenso de 35% en volumen respecto al año pasado, pero aun así Uruguay figura como segundo principal proveedor de lácteos de China entre enero y junio, según los últimos datos procesados por el sitio especializado Clal. La baja se da en un contexto de desaceleración de las compras de lácteos por parte de China.
Un acuerdo comercial exitoso entre los dos países permitiría a Uruguay vender más productos lácteos a China, dijo, pero dado que la producción de leche de Uruguay es solo alrededor del 10% de lo que produce Nueva Zelanda, China aún tendría que depender de otros proveedores clave de productos lácteos, al menos, a corto plazo.