En su reporte bianual, publicado la semana pasada, señaló que el COVID-19 no ha tenido mayor impacto sobre la producción de leche pero que el consumo se ha reducido temporalmente.
Se espera que las importaciones de leche UHT sigan aumentando, pero las importaciones de leche en polvo posiblemente caigan debido al crecimiento de la producción nacional. Las importaciones de queso y manteca también aumentarán, impulsadas por la fuerte demanda de la industria alimentaria, con la popularidad creciente de los alimentos occidentales, especialmente en los sectores de servicio de alimentos y panadería.
La oficina del USDA proyectó que la producción de leche del gigante asiático continuará creciendo, con la expansión de grandes establecimientos lecheros y un aumento en la productividad. Para 2020 el USDA proyecta una producción de 33 millones de toneladas, un aumento del 3% frente a 2019.
Teniendo en cuenta que el COVID-19 generó un impacto limitado en la producción, parte de esa leche fluida fue transformada en leche en polvo entera, que crecerá 9% este año, según las proyecciones del USDA.
Nueva Zelanda y la Unión Europea (UE) siguen siendo los principales proveedores de productos lácteos a ese país. El USDA señaló que posiblemente se registre un repunte en las importaciones de productos lácteos desde EEUU tras de la firma del acuerdo comercial entre ambos países y comience a implementarse un proceso de exclusión arancelaria.